La reciente condena de prisión impuesta a un furtivo por abatir un jabalí y un muflón en un coto privado de Morella, tal y como publicó Mediterráneo, ha reabierto el debate sobre el furtivismo en la provincia. Tras un fallo que ha sentado jurisprudencia por condenar por robo con fuerza al intruso, que saltó una valla perimetral de dos metros, los cazadores piden al Consell que otorgue ayudas al sector para la vigilancia de las fincas como única medida para combatir a los furtivos.

Así lo reivindica el presidente de la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana, Vicente Seguí, quien se muestra «satisfecho» por la última sentencia condenatoria y aboga por que la Generalitat «conceda subvenciones a la guardería de los cotos, como ya hacen otras comunidades autónomas», puntualiza.

Y es que fue precisamente la labor del vigilante de la finca de Morella la que permitió identificar al intruso y llevarlo ante la justicia. El guarda de la finca escuchó los disparos, vio al ya sentenciado apoderarse de dos ejemplares y le siguió. A los pocos kilómetros, lo sorprendió escondiendo las dos cabezas en unos matorrales. El vigilante, junto a efectivos de la Guardia Civil, recorrieron la zona y hallaron los restos de los animales abatidos.

«La tarea del vigilante es muy importante», explica Seguí, quien solicita un endurecimiento de las penas para el furtivismo. «No puede ser una pena libiana porque hay pérdidas económicas muy importantes », opina el máximo representante de los cazadores en la Comunitat.