El azulejo castellonense ha logrado incrementar a lo largo del último año sus precios y, aunque lo ha hecho en apenas un 1,3%, el sector ha conseguido avances en cuanto a la rentabilidad de un producto que se comercializa muy por debajo de lo que se paga por el azulejo con el sello de otros países, especialmente el italiano, que duplica su valor. Así, mientras la baldosa española se vende a una media de 6,59 euros el metro cuadrado, la italiana rebasa los 12, e incluso la portuguesa alcanza ya los 10 euros, según los últimos datos ofrecidos por la patronal Ascer.

Para las empresas castellonenses, estos precios son «muy reducidos», pero tal como viene apuntando el actual presidente de Ascer, Vicente Nomdedéu --y como así señaló durante su última comparecencia pública-- «la industria ha venido trabajando para que independientemente del precio se pueda seguir teniendo rentabilidad en este sector».

LIGERA CAÍDA // Los últimos datos conocidos esta semana sobre los precios industriales, a través del Portal Estadístico de la Generalitat y recogidos del INE, han vuelto a poner de manifiesto una ligera caída del valor de los productos. Los precios de la cerámica nada más salir de las fábricas y antes de repercutir los costes de transporte y distribución, disminuyeron en el último año un 0,8%. Este descenso sitúa al sector cerámico como el único de la industria valenciana que ve contraerse los precios en este mismo periodo, muy lejos de otros sectores, como el metalúrgico, cuyos precios industriales aumentaron por encima del 6%.

Esta tendencia negativa también se dio en el último balance mensual del que se tienen datos, correspondientes al pasado mes de noviembre. El azulejo también vio reducirse en este periodo sus precios industriales un 0,3% con respecto al mes anterior, según los datos que ofrece el Instituto Nacional de Estadística.

Pese a estas circunstancias, el azulejo logró conservar a lo largo del pasado año la rentabilidad del producto, gracias a su gran capacidad en cuanto a volumen de producción, que le sitúa en el grupo de cabeza en el ránking mundial, donde destaca China como primer productor de baldosas. Castellón produce al año 525 millones de metros cuadrados, unos registros que si bien son elevados, aún están lejos de los 600 millones que se contabilizaron en el 2007.