la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), que preside Salvador Navarro, está ya a solo un paso de incorporar a la organización de las industrias citrícolas castellonenses agrupadas en Asociex, cuyos participantes asisten este jueves a la reunión de la junta directiva de la patronal que servirá, además, para aprobar la adhesión del Aeropuerto de Castellón, Fepac-Asaja y la construcción -APECC-.

En este contexto, Navarro mantuvo este miércoles una reunión de trabajo con el presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, con el objetivo de coordinar esfuerzos para, como señaló el presidente provincial, «garantizar que nuestras empresas tengan el peso y respeto que se merecen».

Moliner aseguró ayer al término del encuentro que es «importante que en ese proyecto colectivo de la Comunitat Valenciana las empresas de Castellón tengan su espacio, tengan su identidad, que la provincia no pierda la voz propia del sector empresarial».

Mostró además su convicción de que «dentro del proyecto de la Confederación Empresarial Valenciana todo esto tiene su espacio», y existe la «sensibilidad» necesaria para que las firmas de este territorio puedan «reivindicar aquello que es necesario para nuestra tierra». Desde el punto de vista de Moliner, esta es una línea que «se va a respetar por parte de la Confederación de Empresarios», algo que agradeció «personalmente», dijo, a Navarro. El presidente de la Diputación añadió que la Comunitat «se tiene que vertebrar aportando todos lo mejor de nosotros mismos, sin perder nuestra identidad».

Javier Moliner recordó que su encuentro con el presidente de la patronal autonómica se produce un día antes de la mencionada junta directiva de la CEV que formalizará una nueva entrada de empresas de la provincia y, con ella, serán ya más del 80% de las firmas de este territorio las que estarán representadas en la organización valenciana.

INCORPORACIÓN PROGRESIVA

Los principales sectores castellonenses se han incorporado de forma progresiva como consecuencia de que la Confederación de Empresarios de Castellón (CEC), en la que se integraba la mayoría, pasa por sus últimos momentos.

Aunque presentó la propuesta de viabilidad al juez, que ha de decidir en virtud del concurso de acreedores, su supervivencia es materialmente imposible. El abandono de socios y por tanto de ingresos han hecho inútiles todos los esfuerzos de la junta gestora, que había buscado la vía para continuar adelante.