El cierre del centro de acogida de menores Penyeta Roja de Castellón se aplaza hasta el próximo año con el objetivo de decidir si los 25 trabajadores de estas instalaciones, que dependen de la Diputación de Castellón, pasan a ser absorbidos por la plantilla de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, responsable del servicio al tratarse de niños que están tutelados por el Gobierno valenciano. La pasada primavera, cuando se anunció el cierre del centro, el objetivo es que fuera a corto plazo, aunque finalmente la clausura se demorará más de lo previsto en un inicio.

Actualmente, en el centro quedan pocos menores de 6 a 13 años y el objetivo pasa por que estos vayan con una familia de acogida o ingresen en otro centro. De todos modos, aún siguen llegando menores de 0 a 6 años, al tratarse también de un centro de recepción, aunque inmediatamente, como marca la ley, estos niños van con una familia.

Cuando cierre Penyeta Roja las funciones completas de recepción de menores las realizará el centro Verge de Lledó de Castellón, que ya recibe de emergencia a niños, pero de mayor edad.

La diputada de Acción Social, Elena Vicente Ruiz, se reunió ayer con el secretario autonómico de Inclusión, Alberto Ibáñez, para configurar la mesa de coordinación entre ambas instituciones, que es donde se estudiará a partir de octubre el futuro de este servicio. El principal tema a abordar será qué ocurre con el personal, aunque la Diputación de Castellón también deberá decidir qué funciones le dará a las instalaciones cuando se vacíen.

SINTONÍA

«El encuentro ha ido muy bien porque las dos partes tenemos ganas de colaborar. Somos partidarios de que la Conselleria absorba el personal. El centro se va a cerrar», explicó Vicente Ruiz. Hasta que se decida al respecto, las dos administraciones van a incorporar a sus respectivos presupuestos del próximo año el coste del personal.