La campaña citrícola ha recibido el pistoletazo oficioso de partida. La Mesa de Cítricos del Consulado de la Lonja de Valencia se reunió ayer por primera vez (después de una valoración inicial del 28 de julio en que solo había compras “muy puntuales”) para iniciar la serie de valoraciones en la que semanalmente trata de recoger la cantidad de transacciones y los precios que se dan en el campo durante la temporada naranjera.

Y en su primera valoración, en la que analiza las operaciones que se están dando “durante el mes de agosto”, la Lonja afirma que los precios de la clemenules (encuadrada en el mismo cuadro que la orogrande) están entre 0,212 y 0,282 euros el kilo.

La valoración arroja diferentes conclusiones. El precio inferior es más alto que el año pasado (0,188), pero la cotización superior es más baja (era de 0,306 euros/kilo). Esto puede deberse a que, como han señalado las organizaciones agrarias en los últimos días, la fruta es de buena calidad y tiene calibre, además de que no hay un exceso de producción, sino más bien al contrario.

Asimismo, en las cotizaciones pueden haber influido las presiones para bajar los precios debido al veto ruso. Los mercados están “muy tranquilos, con pocas compras”, señala la Lonja en su comentario. Fepac-Asaja ya alertó hace unos días de la parálisis en las compras después de que saltase la noticia del bloqueo.

En cuanto al resto de clementinas, la mayoría registra mejores valoraciones que en la campaña pasada. El máximo lo marca la clemenrubí, que se está pagando a entre 0,752 y 0,894 euros el kilo, mientras la oronules va de 0,470 a 0,564 euros/kilo.

El boletín de la Lonja ha llegado esta campaña una semana antes que en la pasada (que vino un poco retrasada), porque las operaciones han sido “representativas”, en opinión de los expertos. H