Comienzo por todo lo alto de Fruit Logistica para el sector citrícola castellonense. El estand de la patronal naranjera provincial en la feria agroalimentaria de Berlín (Alemania) está estos días a rebosar. Y es que las clementinas de Castellón son un auténtico referente en los mercados europeos y mundiales.

Clientes de todo el mundo coinciden en el espacio expositivo provincial con las autoridades, que destacan la calidad de la fruta autóctona, fundamentalmente la clemenules, «la variedad por la que todos suspiran», destaca el presidente de la Diputación, Javier Moliner.

También el president de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, que comió el miércoles con Moliner y los empresarios provinciales en el estand de Asociex, resaltó que la clemenules es «la mejor mandarina que hay». Y eso se nota en las visitas y encuentros que se llevaron a cabo en el recinto que la delegación castellonense ocupa hasta mañana en Messe Berlin.

Y es que las clementinas castellonenses tienen «unos rasgos diferenciales que el mercado valora», apunta Moliner, «y hay que darle valor». Pero en este cometido los empresarios y agricultores de la provincia se encuentran con un problema: la falta de una figura de calidad que remarque estas características especiales.

Sin perspectivas

En este sentido, el presidente de Asociex, Jorge García, no cree que la Indicación Geográfica Protegida (una marca de calidad previa a la Denominación de Origen) «se pueda alcanzar», pero no arroja la toalla. Según señala, esto es algo «que todavía no se ha planteado», después de que el intento emprendido hace unos años chocase con la oposición frontal de la IGP Cítricos Valencianos, que agrupa a los de toda la Comunitat e impide tener marca propia a Castellón a pesar de que etiqueta muy poca fruta cada campaña.

Tampoco Moliner cree que este objetivo se pueda alcanzar --«la marca como tal de momento es imposible», señala-- y el secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez, que acompaña a Puig en Berlín, también apunta que esto es «complicado». Para abrir este camino, señala este último, «tenemos que evaluar claramente si nos va a aportar valor añadido». Además, recuerda que todavía no se le ha presentado «un proyecto de diferenciación que tenga viabilidad». En el caso de recibirlo, «lo estudiaremos», apunta.

Intercitrus

Este fue uno de los focos en una feria en la que prima el contacto humano entre los exportadores y sus clientes y en la que se están realizando «muchas reuniones», apunta García. Otro de los temas del almuerzo entre los presidentes autonómico y provincial con los empresarios fue la necesidad que estos plantearon de reactivar Intercitrus, que lleva ya una década paralizada.

Tanto desde Asociex como desde el Comité de Gestión de Cítricos (la patronal estatal, con sede en València) reclamaron reactivar la interprofesional citrícola, un aspecto que respaldó sin fisuras el jefe del Consell: «Son los agentes del sector quienes tienen la última palabra, pero desde la Generalitat aportaremos todo nuestro esfuerzo. Se dan las circunstancias para que Intercitrus sea una realidad y en eso vamos a trabajar», dijo. Y es que esta es la vía para captar ayudas europeas para la promoción de la fruta en los mercados de destino.