Las collas de Castellón se reivindicaron ayer con una gran fiesta bajo el título de Tornà a la Ciutat en la que, por segundo año consecutivo, quieren dar la bienvenida al curso festero. Decenas de personas se dieron cita en el antiguo acuartelamiento de Tetuán XIV, casa de las collas, donde están sus carros engalanados durante el año, y epicentro de una celebración que tomó el patio central desde media tarde hasta bien entrada la noche.

El presidente de la Federació de Colles de Castelló, José Luis Santolaria, y su equipo prepararon un completo programa de iniciativas para todas las edades. Los más pequeños disfrutaron de animación, con castillos hinchables, magia y actividades variadas, para hacer cantera festera. Pero fue la cena de pa i porta la reina de la celebración, con los colectivos hermanados a mesa y mantel y mostrando que les colles també fan festa. Hubo cocidos, tortillas, cocas de tomate y verduras, tapas de todo tipo, polpet y chipirones, también algún que otro menú más gurmet. Pero, sobre todo, fue un día de juntarse, de pasarlo bien y de arrancar ciclo, también para el colectivo de collas, el más numeroso.

NUEVOS ACTOS EN EL 2017 // Barras a precio de colla, con diversos sorteos y disco móvil mostraron la fuerza de las entidades, en un aperitivo cara a la Magdalena del nuevo menú de actividades que prevén impulsar y que, ya este 2016 arrancaron con la imposición del mocador verd a Tombatossals. En la agenda, la Federació quiere incluir un Pregó de Colles en el programa oficial. H