El portavoz de Compromís en el Senado, Carles Mulet, ha pedido explicaciones al Gobierno por "las obras sacadas en silencio del convento de las capuchinas de Castellón por la orden que gestionaba ese lugar, y depositadas en otro convento de Barbastro". Mulet ha querido trazar paralelismos entre este caso y el de la devolución de las obras al convento de Sijena procedentes del Museo Diocesano y Comarcal de Lleida.

Según el portavoz de Compromís, "en 2012, con la pasividad cómplice del entonces gobierno local y autonómico del PP, no se impidió a la orden sacar un total del 52 bienes culturales (pinturas, esculturas, bienes muebles de siglos de antigüedad), que habrían sido sufragados por los castellonenses, y dejarlos a recaudo de la orden en Barbastro. Para mayor escándalo, la orden acabó alquilando a Castellón una decena de lienzos de Zurbarán y de otras tres obras del patrimonio histórico-artístico que pertenecían al antiguo convento a un precio de 3000 euros al mes por estar expuestas en el Museu de Belles Arts de Castelló, no solamente expolió a la ciudad de sus bienes, sino que de los pocos que dejó, hizo buen negocio a costa del erario público".

Mulet ha asegurado que "por la permisividad de los gobiernos del PP, únicamente se pudo cuantificar que se sacaron más de un centenar de obras del convento antes del abandono de esta orden, que una cincuentena se depositó en otros sitios de la provincia, sin saber dónde, ni existir una catalogación e inventariado para saber el valor real de estas obras".

Desde Compromís, Mulet ha recalcado a su vez "otros casos de expolio patrimonial a los valencianos, como la persistencia de los papeles de Salamanca. Hay constancia que, al menos, ocho vagones de ferrocarril con más de 80 toneladas de documentos, libros y revistas fueron enviados desde Vinaròs, Castelló, Valencia y Alicante hacia el Archivo de Salamanca", ha asegurado el político.