Cinco presos de Albocàsser han sido condenados a penas de tres años y tres años y medio por realizar lavativas a la fuerza a otro reo, creyendo que llevaba hachís en el organismo.

Los cinco sentenciados lo metieron en un baño de la prisión y, amenazándolo con un pincho en el cuello, le introdujeron varios objetos por el recto. Los procesados negaron los hechos en el juicio oral celebrado en la Audiencia Provincial y algunos de ellos dijeron que fue la víctima quien les pidió ayuda para extraer una droga que, en realidad, no existía.

Ahora, los internos deberán indemnizar al afectado en la cantidad de 20.274 euros por los daños y perjuicios ocasionados, según establece la sentencia de la Sección Primera a la que ha tenido acceso Mediterráneo.

Los hechos tuvieron lugar en la tarde del 28 de febrero de 2014, en el módulo 12 del Centro Penitenciario de Castellón II, sito en Albocàsser. Un interno ya condenado por asesinato y lesiones, junto a los otros cuatro presos juzgados y un quinto declarado en rebeldía, --con la finalidad de apoderarse de la sustancia estupefaciente que creían que portaba la víctima-- se dirigieron hacia él, a fin de que expulsara a la fuerza la sustancia. Uno le conminó a entrar tranquilamente en el aseo, diciéndole que, por las buenas o por las malas, tenía que ir. Una vez allí, se introdujeron en el aseo y, poco después, acudieron los otros procesados.

Sujetaron al herido y, contra la voluntad de este, empleando la fuerza necesaria para vencer su resistencia, le bajaron los pantalones y los calzoncillos hasta las rodillas, mientras le decían que: «tenía que darles el chocolate».

La víctima les respondió que no tenía y los procesados le golpearon, obligándole a apoyarse sobre el lavabo con las piernas semiflexionadas y de espaldas a la puerta de entrada. Lo inmovilizaron y le aproximaron un pincho al cuello, separándole las nalgas e introduciéndole el cuello de una botella. Cogieron un vaso de aceite para facilitar la introducción de la botella y le metieron también un bolígrafo, los dedos e incluso una cuchara doblada, objetos que movieron en el interior, mientras le proferían expresiones tales como: «O sacas el chocolate o te parto las piernas».

Estos hechos provocaron un fuerte temor y dolor en el afectado hasta que los procesados cesaron en su actuación al acudir dos internos en su auxilio. El denunciante sufrió rectorragia con coágulos, preiolencia, laceraciones y fue llevado al hospital. H