La Conselleria de Medio Ambiente “estudiará” una modificación de la normativa acústica autonómica para que sus criterios sean más coincidentes con la ley estatal, que de llevarse a cabo establecería un marco más beneficioso para el Ayuntamiento de la capital de la Plana en su litigio con Castelló Sense Soroll por la zona de las tascas. El objetivo es revocar la declaración ZAS para las calles Barracas e Isaac Peral.

Así lo manifestaron ayer fuentes del departamento autonómico, al que acudió la pasada semana el vicealcalde, Enric Nomdedéu, para solicitar cambios en la norma. En concreto, se solicita adoptar los horarios que establece la ley nacional en materia acústica, ya que mientras en la Comunitat el tramo noche comienza a las 22.00 horas, en el resto de España lo hace a las 23.00.

¿Qué se consigue con este cambio? Que las mediciones de ruido en las tascas, que deben durar dos horas, se lleven a cabo de 23.00 a 1.00 horas en vez de 22.00 a 00.00, periodo este último en el que hay mucha más gente en la zona y, por lo tanto, mucha más contaminación acústica.

Al reducirse de forma significativa el ruido, el Ayuntamiento de la capital podría conseguir sacar las tascas de la ZAS y ganar una importante batalla en la guerra que mantiene desde hace años contra Castelló Sense Soroll.

más frentes // Pero no es el único frente en el que trabaja el Ayuntamiento, ya que la maquinaria municipal trabaja contrarreloj para presentar un recurso contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que ha anulado la excepcionalidad del artículo 26 de la ordenanza que permitía consumir alcohol en la calle.

“Estamos organizando nuestra estrategia, que contempla trabajar en el recurso, rebajar los niveles de ruido y revisar el marco legal”, señaló Enric Nomdedéu.

El objetivo es presentar la respuesta al TSJ la semana que viene, al mismo tiempo que se intenta rebajar la contaminación acústica, para lo que se contempla la colocación de semáforos --tal y como adelantó Mediterráneo-- y otras acciones encaminadas a la concienciación de los castellonenses que acuden a la zona.

Al final del camino, explicó el vicealcalde, se impone una “negociación con Castelló Sense Soroll”. “Nos estamos preparando para que, cuando nos sentemos con ellos, haya un plan definido. Apostamos por la mediación en este asunto”, manifestó. H