El día de la Constitución volvió a mostrar ayer las diferencias de criterio que separan al Consell, por un lado, y al Gobierno central y Partido Popular, por otro, no solo para concentrar en un mismo escenario los actos conmemorativos, sino también para plantear la urgencia o no de la reforma de la Carta Magna. Mientras el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, apelaba en Alicante a un «patriotismo constitucional» para pedir una actualización de la ley de leyes, el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, y la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, coincidían en señalar en Valencia la necesidad de llevar a cabo estos cambios, pero de manera pausada y con «la máxima lealtad institucional».

Para el president, urge llevar a cabo una reforma que permita un «nuevo encaje territorial» en un proyecto común. Puig señaló que la Carta Magna es un contrato social «que nunca es infinito y quien lo firma, el pueblo soberano, tiene derecho a decidir sobre su actualización». El jefe del Consell quiso dejar clara su apuesta por el «patriotismo constitucional» y que el inmovilismo es contrario a lo que proclama la Constitución. «Hay que poner el texto ya al servicio de la ciudadanía», espetó en un acto que tuvo lugar en la Ciudad de la Luz de Alicante y en el que se dieron destacadas ausencias como los representantes del Gobierno central y de la propia Diputación, lo que fue motivo del reproche por parte del presidente de la Generalitat.

DE ALICANTE A VALENCIA // La sede de Capitanía General en Valencia fue el escenario escogido por el delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues, para celebrar el acto conmemorativo de los 38 años de la Carta Magna. En este sentido el máximo representante del Ejecutivo central, por su parte, señaló que se trataba de actos complementarios y no excluyentes.

Moragues centró su intervención en el carácter integrador de la Constitución. «Aquí caben todas las ideologías y todos los planteamientos políticos con el solo requisito del respeto democrático», enfatizó. El delegado del Gobierno, quien estuvo acompañado por una amplia representación de autoridades civiles, militares y personalidades del ámbito social y económico de toda la Comunitat, incidió en que el texto constitucional «sigue plenamente vigente, sin perjuicio de que se pueda avanzar en el estudio pausado de una posible reforma desde la lealtad institucional».

La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, apeló, por su parte, al marco de estabilidad logrado con la Constitución, cuyos postulados «nos permitirán dar respuesta a desafíos que afectan a nuestra convivencia y que requieren el concurso de todos», dijo.