Pese a haber afeado públicamente al Gobierno central el no haber comunicado la puesta en marcha del decreto ley que bonificará el paso de coches y camiones por la AP-7 a su paso por Cataluña; y de expresar agravio por considerar que la Comunitat no ha sido tratada en igualdad de condiciones, la Generalitat valenciana no tiene previsto solicitar al Ministerio de Fomento que se aplique esta medida en Castellón, una decisión que justifican en la liberalización de esta carretera a partir del año 2020.

Así lo manifiestan fuentes procedentes de la Conselleria de Infraestructuras que, junto a Fomento, gestiona las conexiones viarias a nivel autonómico. «Pedir algo similar para otros tramos conlleva un tiempo de gestión tal que la medida llegaría sin apenas efectos reales, dado que dentro de 17 meses la AP-7 será gratuita y no habrá necesidad de aplicar medidas de esta naturaleza», apuntan fuentes procedentes del departamento.

No oficial

Aluden de este modo a la liberalización de la autopista entre Alicante y Tarragona una vez finalice la concesión de la empresa que gestiona este vial, Abertis, el 31 de diciembre del 2019. Una medida, por otro lado, anunciada por el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, pero que todavía no se ha oficializado.

Y es que entre otros asuntos, Ábalos, tiene que aclarar cómo se financiara el mantenimiento de la AP-7 y las otras dos autopistas que pretenden liberar: la AP-1 entre Burgos y Armiñón (Álava) y la AP-4 entre Sevilla y Cádiz. De hecho, los grupos de la oposición han forzado su comparecencia en el Congreso para detallar el plan de actuación.

HASTA TORREBLANCA

Además de sus críticas a Fomento --«ni el gobierno anterior ni el actual nos consultaron sobre esta medida», manifestaron desde Infraestructuras tras conocer el decreto ley, que se aprobará el viernes--, la consellera, María José Salvador, puso el foco sobre otro elemento de queja: «Nos hubiera gustado que se hubiera prolongado la bonificación hasta Torreblanca».

De haberse alargado el tramo hasta dicho municipio --ahora solo va desde el límite norte de Castellón hasta Benicarló--, se hubiera blindado la N-340 al paso de camiones en casi toda la provincia, puesto que desde Nules hasta Torreblanca se desvía el tráfico pesado por la CV-10. Sin embargo, la única alternativa posible ahora a partir de esta localidad es la AP-7, de pago, o coger la nacional, puesto que la CV-10 finaliza a la altura del aeropuerto de Vilanova d’Alcolea.

Hay que recordar que las bonificaciones se aplicarán sobre un trayecto de unos 125 kilómetros de recorrido, que discurre casi enteramente por Cataluña, con excepción del pequeño tramo de Castellón. En este se aplicarán bonificaciones a los camioneros-que pueden llegar a ser del 50%--,pero no a los turismos, que deberán pagar peaje.