La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas ultima un mapa de necesidades de las plazas residenciales de Castellón y la Comunitat en la que «hay que tener en cuenta análisis demográficos, con la pirámide de población cada vez más envejecida, además de analizar los recursos disponibles y los índices, por ejemplo, de riqueza y pobreza de esa población mayor y dependiente». El estudio, que se realiza junto con la Universitat de València, determinará cuántas plazas en residencias para dependientes y mayores hacen falta, tras las críticas de la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes (Aerte), que cifra en 600 las plazas necesarias en cinco años en la provincia, como publicó Mediterráneo.

Fuentes del departamento de Mónica Oltra explican además que las 65 vacantes que se han quedado desiertas en la última licitación «ante los estrictos requisitos» del Consell, según denuncia Aerte, «saldrán a licitación, por convenio o concurso, aún no está claro, pero se acabarán cubriendo». En paralelo, están ultimando la concertación de 285 puestos en Castellón, Vila-real, Cabanes, Moncofa, Montán, Navajas, Torreblanca y Benicarló.

Además, están «pendientes», señalan desde Políticas Inclusivas, del proceso administrativo del concurso de las 3.300 plazas en residencias de ancianos privadas (un total de 429 en la provincia de Castellón), contra las listas de espera, que «está en sus últimas fases, a la espera de los avales y el OK a la documentación» después de un año de burocracia y procesos después de que los tribunales tumbaran el año pasado el modelo Cotino-Blasco.

«El objetivo es dar estabilidad al sistema, con unos pliegos 100% correctos, para corregir situaciones anteriores», señalan fuentes de la propia Conselleria.