Les Corts han acordado esta semana por unanimidad de todos los grupos políticos, solicitar que la sanidad pública financie los tratamientos para dejar de fumar. La adicción al tabaco es la causante de numerosas enfermedades que, como advirtió el diputado del PSPV por Castellón Ignacio Subías, resultan más caras de tratar por la sanidad pública que el coste de lo que supondría la prevención.

Las ventas de tabaco siguen al alza en Castellón

La demanda de cigarrillos sigue aumentando. Según los datos facilitados por el Comisionado de Tabacos, el año pasado se vendieron 31.335.856 cajetillas de tabaco en la provincia de Castellón, o sea, 85.617 diarias. En el 2015 ascendió a 31.060.919, es decir, 85.098 al día, lo que supone un incremento del 0,6%. Que Castellón sea una provincia turística que atraiga a visitantes en el verano puede explicar las altas cifras. Estas ventas supusieron 137.920.442 euros en el 2016. En el 2015, la cifra ascendió a 136.600.445 (+0,96%).

La edad de inicio es

cada vez más temprana

El plan de salud de la Comunitat se marca como estrategia la promoción de hábitos saludables, que pasan por reducir el consumo de tabaco. Según Sanidad, un 24,8% de los mayores de 16 años es fumador habitual y un 4,3% esporádico. La edad de inicio es cada vez más temprana (13,7). Cabe destacar que los fumadores de 15-24 años se iniciaron a los 14,9 años, cuando en los de 55-64 años se situó en 19,2. Además, el 14,9% de los menores está expuesto al humo en el hogar, según el informe. No obstante, hay datos positivos, como que la prevalencia de fumadores habituales ha descendido, según Sanidad. Ha bajado seis puntos porcentuales. En la Comunitat, no obstante, sigue habiendo más fumadores hombres que mujeres (26,4% frente a 17,7%), aunque el descenso ha sido mayor entre los varones.

Los efectos del consumo de cigarrillos en la sociedad

La proposición presentada por el PSPV recuerda que, además de la muerte, fumar puede provocar numerosas enfermedades de tipo respiratorio, neonatales o cancerígenas cuya cura y tratamiento son mucho más caras para el sistema público que lo que supondría la prevención. El objetivo es lograr que menos del 5% de la población adulta fume en 2030 y evitar a largo plazo el incremento de las enfermedades derivadas del tabaquismo.

Concienciación para bajar la tasa de fumadores jóvenes

El Colegio de Médicos de Castellón está a favor de que la sanidad pública financie los tratamientos para dejarlo e insiste en la necesidad de realizar tanto Ministerio como Conselleria campañas de concienciación entre los ciudadanos para que dejen el tabaco. «Empezando por los jóvenes, que deben tener en cuenta que fumar no es signo de modernidad, sino que puede tener efectos negativos en su salud», indican. En cuanto al pago de los tratamientos, considera que deben sufragarse aquellos que sirvan para atajar enfermedades como la EPOC. «También habrá que tener en cuenta que las administraciones tengan los recursos económicos suficientes para atender a estos procesos», indicaron. Por su parte, el Colegio de Farmacéuticos de Castellón considera que todo lo que sea prevención y mejora para la salud es beneficioso para todos, sobre todo, para el paciente, por lo que apoya la iniciativa de Les Corts de financiar los tratamientos.

Los consumidores,

a favor de la medida

Juan Carlos Insa, portavoz de la Unión de Consumidores, considera que el tabaquismo es «un problema de salud pública» y, por tanto, la sanidad pública se debería hacer cargo, sobre todo porque es una sustancia adictiva. «A las personas les resulta muy complicado dejar de fumar», dijo.

Solo una minoría logra dejarlo sin ayuda

El psicólogo Carlos Hidalgo incide también en que «se trata de una adicción muy fuerte y de la que no es tan sencillo salir. Solo las personas más disciplinadas pueden dejar el cigarro sin ayuda». Los estudios muestran que solo de un 4 a un 6% pueden conseguirlo sin ayuda. No obstante, indica que «cada persona es un mundo, por lo que los métodos quizá deben ser personalizados. A unos les pueden ir bien los chicles de nicotina y a otros el cigarrillo electrónico». «En principio me parece bien cualquier subvención que vele por la salud de los ciudadanos. Si financiar diferentes métodos para dejar de fumar va a hacer que la gente fume menos, lo aplaudo», indicó.

Las oenegés piden más medios y contar con ellas

Francisco López, de PATIM, dice que la sanidad pública tiene que financiar todos los tratamientos frente al tabaco, heroína, alcohol o ludopatía. Considera que el tabaco y la ludopatía son dos asignaturas pendientes. «El adicto al tabaco tiene un perfil diferente al de otras adicciones aunque hay adictos a otras sustancias que también lo son al tabaco y no deben quedar excluidos», dice. Demanda ampliar el número de unidades de conducta adictiva (UCA) y dotarlas de más personal y ampliar su cartera de servicios al tabaquismo. Pide que también operen en ella personal sanitario, sociosanitario y, si se necesitan más recursos, como centros de autoayuda o comunidades terapéuticas, que se concierte con entidades sociales y no con empresas privadas.