No es que durante el inicio de la crisis los trabajadores no cayesen enfermos, es que evitaban acudir al médico y pedir la baja laboral por miedo al despido. Eso provocó que a partir del 2008 en Castellón, y a medida que crecía el desempleo y la recesión se enconaba, las incapacidades temporales por contingencias comunes (es decir, excluidos accidentes laborales y las enfermedades profesionales) no dejasen de desplomarse. Ocurrió así hasta el 2013. Porque el año pasado, por primera vez en seis años, el absentismo entre empleados por cuenta ajena volvió a crecer. Y en este 2015 la tendencia es la misma.

Durante los cuatro primeros meses de este año, 10.160 trabajadores de Castellón han solicitado a su médico la baja laboral. O lo que es lo mismo: una media de 2.420 al mes, según los últimos datos del Ministerio de Empleo. Las cifras suponen un alza respecto a la media del 2014 (1.933 procesos al mes), pero todavía están lejos de las registradas en el 2008, cuando el número de bajas iniciadas superaba las 4.000.

Tanto los sindicatos como las organizaciones empresariales achacan el repunte en las bajas a la mejoría económica. Parece lógico. Hay más personas trabajando (Castellón tiene 6.000 afiliados más a la Seguridad Social que hace un año) y, por lo tanto, más posibilidades de que caigan enfermos. “Pese a que los datos hablan de un alza, el miedo no ha desaparecido y en el último año las bajas han crecido, pero lo han hecho menos que el empleo”, explica Tino Calero, secretario general de UGT en Castellón.

Las estadísticas hablan de un repunte en el absentismo laboral, pero Castellón sigue siendo una de las provincias del país donde los asalariados faltan menos al trabajo. Uno de los métodos que utilizan los analistas para calibrar este fenómeno es la prevalencia, que mide durante un periodo de tiempo determinado cuántas personas de cada mil han estado en esa situación. Durante los cuatro primeros meses de este año, la prevalencia de los casos de enfermedad común entre los asalariados de la provincia ha sido de 14,13, once puntos por debajo de la media española. Solo los trabajadores de Jaén, Zamora, Badajoz y Cáceres faltan menos.

CAMBIOS EN LOS PARTES // Para los más de 2.420 trabajadores de la provincia a los que cada mes un médico de cabecera firma un parte inicial de baja llegan novedades. El 1 de diciembre de este año entrará en vigor un nuevo modelo de altas y bajas que pretende simplificar los trámites. Entre las principales novedades destaca que los médicos que den la baja a un trabajador deberán detallar en el mismo parte de baja la duración estimada del proceso.

Las bajas se clasificarán en función de su duración. Esta podrá ser muy corta, si es inferior a cinco días naturales; corta (de 5 a 30 días); media (de 31 a 61 días) y larga (más de 61 días). En el caso de las bajas de duración muy corta, el falcultativo podrá emitir la baja y el alta del trabajador en un mismo acto médico. “En principio los cambios son positivos porque van a permitir reducir la presión asistencial”, explica el doctor Vicente Gasul, presidente de la Sociedad Valenciana de médicos de Atención Primaria. H