La Diputación prioriza su programa Repoblem contra la despoblación en los municipios del interior, y ampliará con 10 nuevas unidades de respiro familiar este servicio hasta llegar a prestarlo en 66 localidades de la provincia. Para hacerlo posible, la institución ultima estos días la resolución de la convocatoria de ayudas con el fin de aprobarla en un máximo de dos semanas y que la ampliación sea efectiva cuanto antes.

Así lo explica la diputada de Acción Social, Elena Vicente-Ruiz, quien asegura: «Ya tramitamos en enero las convocatorias de subvenciones a ayuntamientos para prestar esta iniciativa social con tal de activar las nuevas unidades cuanto antes». La diputada popular destaca que esta prestación «se ha constituido como un aliado de los consistorios a la hora de fomentar la conciliación familiar de las personas con mayores a su cargo, así como para favorecer la calidad de vida en los pueblos y hacer posible su permanencia en estos lugares sin tener que desplazarse a otras ciudades más pobladas de la provincia para poder ser atendidos».

Según destacan desde la corporación provincial, Vicente-Ruiz visita regularmente estos centros para conocer las inquietudes de sus trabajadores y comprobar en primera persona el funcionamiento diario de este servicio de la Diputación: «No hay mejor prueba de la utilidad de este servicio que la alta demanda que se ha generado en todas las localidades en las que se ha puesto en marcha y el interés de muchos alcaldes por acoger en sus municipios una unidad de respiro», argumenta la diputada.

Asimismo, Vicente-Ruiz revela «la satisfacción tanto de trabajadores como de los propios usuarios con la cantidad de actividades en los centros». Cara a facilitar la permanencia de las familias en los pueblos, Vicente-Ruiz pone en valor el efecto que están teniendo las unidades de respiro familiar: «He conocido casos en los que estos recursos han decantado la decisión de quedarse a vivir en el pueblo para familias que ya se planteaban irse por la falta de servicios», asegura.