En una sesión plana y con un perfil bajo de debate, en la que se aprobaron escasas iniciativas --y menos por unanimidad--, más allá de cuestiones técnicas, la Diputación de Castellón sí dio su visto bueno ayer, solo con los votos de PP y Ciudadanos (Cs) --el resto se ponunció en contra-- a instar a la Generalitat a «no invadir la libertad de las familias» en referencia a dejar de aconsejar a los nuevos padres que valencianicen los apellidos de sus hijos en las cartas que se reciben en municipios como Castellón, Benicàssim o Burriana desde la Oficina de Promoción del Valenciano.

La moción inicial, de Cs «en defensa del bilingüismo» con el que, según esta formación, el Consell del Pacte del Botànic se propone «acabar», contó con una enmienda de adición del grupo popular, que se incorporó a lo aprobado.

El portavoz del PP, Vicent Sales, aseguró que «no se puede abrir una guerra lingüística en un territorio bilingüe», para defender que las administraciones públicas deben «promover el uso del valenciano pero no imponer posturas». Dijo que la campaña Benvinguts a casa no es «mala», pero rechazó el contenido de la carta porque «una cosa es recordar el derecho a utilizar el valenciano y otra inmiscuirse y menospreciar o instar al cambio de apellido».

Por su parte, la portavoz adjunta de Cs, Cristina Fernández, aseveró que su partido es «el único dique de contención frente al nacionalismo», mientras que la diputada socialista María José Safont señaló que «no hay ninguna discriminación al castellano», sino que es el valenciano el que «necesita refuerzo» porque, pese a ser cooficial en la Comunitat, es la lengua que ha estado en inferioridad de condiciones.

El portavoz adjunto de Compromís, Pau Ferrando, lamentó lo que definió como un «nuevo intento de Ciudadanos y del PP de enfrentar a los valencianos con la excusa de la lengua», y el diputado de Castelló en Moviment, Iñaki Vallejo, tachó la moción de «preelectoralista».

cuentas saneadas // La sesión se ocupó en buena parte de su recorrido de los informes sobre la situación económica de la Diputación emitidos por el equipo del Gobierno, un bloque durante el que el portavoz de Compromís, Xavier Trenco trató de abrir un debate que no se produjo al estar fuera del procedimiento.

El diputado de Promoción Económica, Salvador Aguilella, confirmó un superávit de 15,8 millones de euros y cifras económicas de récord de pago a proveedores, en solo cuatro días, así como una reducción de la deuda del 92% en solo cinco años hasta cifras históricamente bajas. Aguilella, quien dio cuenta de los datos de liquidación del presupuesto del 2017, resaltó que disponer de cuentas saneadas permite a la Diputación mejorar las oportunidades de los ciudadanos de la provincia.