La Diputación de Castellón ya está ultimando todo el proceso para convertir a la provincia de Castellón en un territorio cardioprotegido. Una vez adjudicado el contrato de adquisición y mantenimiento de los desfibriladores por un total de 272.000 €, está prevista su instalación y la formación durante un mes de las 2.000 personas que tendrán que usarlos a partir del 4 de septiembre.

Se trata de desfibriladores externos semiautomáticos, que reestablecerán el ritmo cardiaco ante casos de fibrilación ventricular o de taquicardia ventricular en ausencia de pulso, que puedan registrarse en deportistas, personas mayores o enfermos con patología cardiovascular, entre otros. Los aparatos tendrán 300 números de descargas y 13 horas de autonomía por desfibrilador y garantía de 15 años.

En total son 200 los equipos de cardioprotección los que ha adquirido la institución provincial, de los que la mayoría, 196, se instalarán en los municipios que han solicitado este servicio y los otros cuatro los ubicarán en el palacio provincial, en las nuevas dependencias, en Penyeta Roja y en el castillo de Peñíscola.

La diputada de Acción Social, Elena Vicente-Ruiz, ha destacado que «el proyecto impulsado por la Diputación convertirá a la provincia en el territorio mejor cardioprotegido de toda España a partir de este otoño».