La Diputación ha recuperado las cinco plantas de tratamiento de purines para poder darles un nuevo uso. Diez años después de su construcción, salvo la ubicada en la Todolella, las cuatro restantes están en desuso y sin actividad.

La institución pagará 549.873 euros por su rescate después de que la adjudicataria, Escomat, pidiera hasta seis millones de euros. Las negociaciones mantenidas en los últimos dos años por el presidente, Javier Moliner, y el vicepresidente Miguel Barrachina se han cerrado con el citado acuerdo. Sobre la mesa había un informe de la Universitat Jaume I (solicitado en noviembre del 2007 por la Diputación) que valoraba el rescate en 3.475.000 euros, cifra que también consideraban excesiva desde el Palacio de las Aulas.

DAR SALIDA A EMPRESAS // Con la recuperación de estas plantas, el equipo de gobierno evita que se sigan deteriorando unas instalaciones que son de su propiedad y dar salida a empresas que puedan estar interesadas en su compra o en obtener una concesión para otorgarles otra finalidad. Las naves, de grandes dimensiones y ubicadas en polígonos industriales que cuentan con todo tipo de servicios públicos, están en Vall d’Alba, Salzadella, Albocàsser y Sant Mateu. La quinta de las plantas, la que está en Todolella, seguirá utilizándose para tratar los purines, aunque la Diputación debe ahora estudiar cómo posibilitarlo (cesión, venta, alquiler, adjudicación...).

El rescate de estas cinco plantas de tratamiento de purines llega tras años de abandono por una mala planificación del proyecto originario y por un modelo de explotación que llegó a ocasionar a la adjudicataria pérdidas de hasta seis millones de euros.

En 1999, la Diputación propuso las cinco plantas para acabar con los problemas que generaban las 400 granjas de cerdos que había en la provincia. Adjudicó la concesión a 25 años a una UTE formada en ese momento por Tetma y Urbaser, e invirtió 11,5 millones, aportados por la institución y fondos europeos. H