La Diputación reforzará el año que viene su liderazgo inversor en la provincia. En el 2017, la institución provincial dedicará casi 13 millones de euros a los municipios tras aumentar la partida en más de cinco millones de euros. Esto ha sido posible fruto del acuerdo con el Consell y casi todos los grupos políticos para la aprobación los presupuestos.

Para ello, como se validó con la abstención del PSPV-PSOE, Compromís y Ciudadanos en la votación de las cuentas de la corporación provincial, esta incluirá en el Presupuesto del 2017 la mayor inversión de su historia. Esto permitirá que los ayuntamientos, además de realizar obras, puedan dedicar también una parte del dinero a pagar servicios esenciales para el pueblo.

Tras el acuerdo con los grupos de la oposición, el presidente de la Diputación, Javier Moliner, se reunió con el de la Generalitat, Ximo Puig, para terminar de dar forma a unas inversiones que el año que viene ayudarán a que los ayuntamientos de toda la provincia reciban unos 11 millones de euros más entre las aportaciones de la corporación provincial y el Consell. «Hemos incrementado en más de cinco millones las aportaciones de la Diputación a los municipios de la provincia para obras y, además, fruto de los acuerdos, hemos incorporado que los ayuntamientos puedan destinar una parte a pagar servicios esenciales para sus vecinos», destaca Moliner.

facilitar la tramitación // Moliner apunta asimismo que todos los municipios, sin excepción, verán incrementado el dinero que recibirán de la Diputación «podrán elegir a qué quieren destinarlo en función de sus necesidades y, además, estamos trabajando para facilitar la tramitación para que sobre todo los pueblos más pequeños no tengan problema al tramitar nuestras ayudas».

Y es que, tras esta aportación extra, el Plan de Obras y Servicios (POYS) seguirán dedicando una atención especial a los pueblos más pequeños y con menos recursos. Esto, por ejemplo, ha permitido a la Serratella disponer de 70.000 euros (en los últimos dos años) para mejorar su casco antiguo, como ha comprobado Moliner. Una inyección «que ayuda a igualar oportunidades y dinamizar los municipios».