Los representantes de los cuatro colectivos de discapacitados que ayer se reunieron con el alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, le trasladaron el deseo de que el próximo plan de accesibilidad dé respuesta a tres carencias cronificadas en el tiempo: el rebaje de los bordillos de aceras a sillas de ruedas, la instalación de semáforos con señal sonora para invidentes y una mayor facilidad para acceder a la estación de Renfe desde la calle Pintor Oliet.

Bataller se reunió con dirigentes de la Asociación Frater, de la ONCE, Cocemfe y la Asociación de Sordos de Castellón (Asorcas), a quienes anunció la inminente creación de un grupo de trabajo técnico que evaluará la viabilidad técnica y económica de las diferentes propuestas de los colectivos de discapacitados. Esta mesa empezará a reunirse en las próximas semanas y, tras estudiar todas las propuestas, redactará el documento definitivo.

En declaraciones a Mediterráneo el director provincial de ONCE en Castellón, Miguel Benages, consideró prioritario mejorar la señalización en el entorno de la estación de Renfe para facilitar el acceso a las personas invidentes y planteó instalar semáforos dotados de señal sonora en puntos como la ronda Magdalena o la avenida Lidón.

Por su parte la presidenta de Frater, Rosa Gual, incidió en la necesidad de rebajar los bordillos de las aceras a cota cero para que sean accesibles a sillas de ruedas y pidió más facilidad para que las furgonetas adaptadas accedan al centro de la ciudad pese a los bolardos móviles.

El presidente de Cocemfe, Carlos Laguna, reclamó mejoras en la accesibilidad en edificios oficiales como la delegación de la Conselleria de Hacienda. H