EFE - El aeropuerto de Castellón cumplirá dos años de vida oficial el próximo día 25 sin conocer aún cuándo tendrá tráfico aéreo, con la polémica girando sin cesar alrededor de esta infraestructura y de su gestión, tanto económica como política, y sin parar de generar noticias sobre sus usos, costes y problemas.

Desde la inauguración a cargo de los entonces presidentes de la Generalitat y de la Diputación de Castellón, Francisco Camps y Carlos Fabra, el presente y el futuro del aeródromo castellonense no han pasado de ser inciertos desde todos los puntos de vista.

Tras agotarse el plazo para que se presentara el aval bancario por parte de una empresa hispano-libia interesada en la compra de la infraestructura sin que éste se hiciera efectivo, el grupo inversor perdió la exclusividad y ahora la Generalitat quiere tomar las riendas del proceso.

El conseller de Economía, Máximo Buch, anunció el pasado enero la creación de una comisión encargada de la externalización de la gestión del aeródromo castellonense.

Lo hizo en unos días en los que el Gobierno valenciano y Carlos Fabra, actual presidente de la sociedad Aerocas que gestiona el aeródromo -participada mayoritariamente por la Generalitat- daban fechas diferentes sobre los plazos de la posible compra.

El pasado viernes, el vicepresidente del Gobierno valenciano, José Císcar, incidió en que el Consell es el "interlocutor único" en el proceso de venta del aeropuerto y limitó la labor de Aerocas a la gestión del día a día de la infraestructura.

Carlos Fabra, expresidente también del PP provincial, dijo unos días antes tener la "certeza moral" de que el grupo hispano-libio presentaría el aval, dentro o fuera de plazo.

Sin embargo, los días pasan y no se presenta la carta bancaria que haría que se pudiera negociar esa compra, cifrada en unos 200 millones de euros.

La Generalitat aseguró el pasado día 12 que, tras la pérdida de la exclusividad para la compra por parte de los inversores hispano-libios, se abría la puerta a más ofertas para la compra: Buch afirmó que existían otras dos opciones que tienen interés.

El conseller dijo que la fecha estimada para la puesta en funcionamiento del aeropuerto podría ser mediados de octubre de 2013, y que si no se llega a un acuerdo de compra se podría gestionar la infraestructura mediante una concesión.

Mientras se esclarece cómo se gestionará finalmente el aeródromo, Aerocas continúa trabajando en la certificación de la infraestructura, en la cual ya se han realizado las pruebas aéreas para la obtención de la carta de vuelo.

Fueron estos vuelos de prueba contratados a AENA Internacional los que más interés mediático han despertado recientemente por el aeropuerto, ya que se trataba de la primera aeronave en despegar y aterrizar desde esta pista.

También la culminación de la estatua de la rotonda de acceso a las instalaciones dio mucho que hablar: el artista castellonense encargado de la obra que costó 300.000 euros, Juan Ripollés, colocó el 17 de julio un avión de acero inoxidable sobre la gran cabeza que tiene cuatro caras las cuales muchos afirman que representan a Carlos Fabra, aunque el artista siempre ha negado este extremo.

Pero la polémica que ha envuelto desde su inauguración al aeropuerto no acaba ahí.

En enero de este año, la diputada socialista María José Salvador acudió a las infraestructuras y por casualidad oyó y grabó cómo un coche de carreras estaba realizando entrenamientos en la única pista del aeropuerto.

La noticia cogió por sorpresa a la propia Generalitat, que afirmó no tener constancia de que se hubiera concedido un permiso a ninguna empresa automovilística para tal actividad.

Fue el propio Carlos Fabra quien reconoció haber concedido el permiso al equipo alemán HWA AMG de Mercedes para que realizara pruebas aerodinámicas en la pista por un precio de 3.000 euros.

El president de la Generalitat, Alberto Fabra, puso punto y final a este tipo de pruebas en la infraestructura ya que, a su juicio, no ayudan a generar "confianza y credibilidad". EFE