La plaga de procesionaria que vienen denunciando alcaldes, cazadores y senderistas de la provincia requiere medidas urgentes que protejan la población de pinos de Castellón y un presupuesto específico que permita realizar las actuaciones pertinentes. Así lo ha reivindicado el presidente sectorial de jóvenes de Fepac-Asaja y experto en plagas, Héctor Molina, quien ha incidido en que la situación es «un drama» y ha pedido a Medio Ambiente actuar para poner coto a un problema que es «muy grave».

Molina se ha expresado en estos términos en declaraciones a Mediterráneo, tras darse a conocer la gran cantidad de nidos y orugas que atacan ya el Desert de les Palmes, la Serra d’Irta o puntos de Orpesa, Atzeneta, Vistabella y Alcossebre, entre otros lugares. Asimismo, el representante de Fepac-Asaja, único castellonense en formar parte del Consejo Europeo de Jóvenes Agricultores (CEJA), ha criticado que la Conselleria «reste importancia a la procesionaria» para, según él, «justificar que no van a hacer nada al respecto». Tras asegurar el director territorial de Medio Ambiente en Castellón, Toni García, que la Conselleria había actuado en lugares con riesgo para la población y que había notificado a los municipios en los que las bolsas estaban próximas al núcleo urbano; Molina ha incidido en que, aunque la plaga no represente en ciertas zonas peligro para la ciudadanía, «sí es un riesgo muy importante para los pinos».

Para el representante de Fepac-Asaja, los árboles están «dejados de la mano de Dios» y «es un problema que necesita dinero para poder invertir en medidas».

Por su parte, Medio Ambiente ha incidido en que colocó 1.477 trampas en árboles de Castellón el pasado verano, un método para mantener la procesionaria en niveles bajos, y que fueron retiradas a finales de septiembre.

238 HECTÁREAS PULVERIZADAS / La Conselleria, que no tiene previstas próximas actuaciones, ha recordado que, en el marco del plan de control de la procesionaria del pino de la Comunitat, se ha actuado en 238 hectáreas de la provincia, mediante mochilas pulverizadoras sobre los bolsones o nidos de invierno en arbolado de poca altura y con pulverizador hidroneumático en bordes de caminos y áreas recreativas.