El gobierno de la Generalitat prevé actualizar el modelo de financiación universitaria en dos velocidades. Por una parte, vincula un incremento en su aportación a la universidad castellonense a la consecución de un nuevo modelo de financiación autonómica. En este sentido, la Universitat Jaume I no dispondrá, para el curso 2018/2019, de los 17,8 millones de más que le permitirían cubrir sus gastos de funcionamiento y tener margen para acabar la facultad de Ciencias de la Salud con fondos autonómicos.

Eso sí, la Conselleria de Educación reconoció ayer que la UJI cuenta con un sistema de financiación injusto. El secretario autonómico, Miguel Soler, aseguró que el rector Climent tiene «toda la razón» al afirmar que el centro castellonense está mal financiado, pues en la actualidad recibe por alumno 1.500 euros menos que la media de las universidades públicas valencianas.

Es por ello que se comprometió a que en el corto plazo --ya en el próximo curso— se introducirán medidas compensatorias que permitan «modular» esta diferencia, aunque difícilmente se podrá reducir de forma significativa. Y es que, indicó, en el contexto de limitación presupuestaria actual, ello pasaría necesariamente por reducir de forma significativa la cantidad que Educación aporta a otras universidades públicas.

«Los incrementos presupuestarios y los complementos específicos se calcularán en base a parámetros distintos y actualizados», afirmó Soler a Mediterráneo, para añadir que en el caso del presupuesto correspondiente al personal investigador y administrativo (PDI y PAS) ya se traspasa a los centros de educación superior en función de estos baremos.

La respuesta de Soler llega después de que Climent insistiera de nuevo el miércoles, en una reunión celebrada en València, en la necesidad de acometer de forma urgente una reforma de la financiación de las universidades. En ese encuentro, la Jaume I puso sobre la mesa que está infrafinanciada porque las universidades reciben sus ingresos en base a los alumnos que tenían en el año 2008, y que en estos años la institución castellonense ha crecido de forma considerable gracias a la implantación de nuevos grados, como Medicina, Enfermería o también Videojuegos.

DESPROPORCIÓN // El secretario autonómico de Educación reconoció que es una «desproporción» que, por ejemplo, la Universitat Politècnica de València reciba alrededor de 8.000 euros por alumno mientras la UJI apenas se quedó el curso pasado en 5.225 euros. La media se situó en 6.720 euros por cada estudiante de grado matriculado. Así, la Jaume I representa ahora el 11,75% de todo el estudiantado de las universidades valencianas, pero en cambio solo recibe el 9,2% de la subvención de la Generalitat.