No hay lugar para la duda. El precio que las empresas y las familias pagan por el gasoil, el gas natural o la electricidad seguirá subiendo en los próximos años y eso disparará todavía más el gasto de las empresas y de los hogares. Esa fue la idea más escuchada en la sesión de debate del III Congreso Castelló 2020, que analizó el futuro del sector energético de Castellón.

En la mesa, voces tan autorizadas como la de Emilio Marín, director general de BP Refinería de Castellón; Julián Bolinches, delegado de Iberdrola en la Comunitat Valenciana; Antonio Cejalvo, director general de Energía, y Recadero del Potro, presidente de Escal UGS, propietaria del almacén de gas frente a la costa de Vinaròs. Todos coincidieron en que la clave está en el ahorro.

Para la mayoría de empresas de Castellón, el coste energético ya supone el segundo gasto en importancia (por detrás del coste laboral) y los precios van a seguir subiendo. “La tarifa eléctrica, por ejemplo, ha subido un 40% en los últimos años y hay que seguir haciendo esfuerzos por mejorar en eficiencia energética”, subrayó el director general de Industria, que defendió la necesidad de abordar “de forma seria” el déficit tarifario (se genera porque los ingresos regulados son inferiores a los costes reconocidos). “Hay que abordarlo ya para que el problema no se haga más grave y acabe extendiéndose al gas natural”, dijo.

De electricidad habló Julián Bolinches, que realizó un decálogo de aspectos a mejorar. “Es necesario mayor seguridad jurídica y un adecuado sistema de regulación, como también una política tarifaria coherente con el déficit cero”, explicó. El delegado de Iberdrola en la Comunitat Valenciana apostó también por “un desarrollo coherente de las renovables y una liberalización del mercado minorista”.

La clave, a juicio de todos los expertos, está en recortar al máximo la factura energética, que el año pasado en Castellón ascendió a casi 2.000 millones de euros. H