La crisis ha pasado factura, y muy grande, a la industria cerámica y, consecuentemente, a todas las entidades que se dedican a las tareas de innovación. Sin embargo, a diferencia de lo que pueda parecer, el tijeretazo ha venido más de la parte de los fondos públicos que de las empresas privadas. Así lo constata el director de la Asociación de Investigación para las Industrias Cerámicas (AICE)-Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), Gustavo Mallol. Y lo acredita con cifras en la mano.

“Hemos perdido el 40% de la plantilla de nuestro instituto; es decir, hemos tenido que prescindir de 44 investigadores, y hemos sufrido también la fuga de cerebros en estos años, profesionales que ahora desarrollan sus trabajos en Bélgica o Alemania, por ejemplo”, declaró Mallol.

UNA TRAGEDIA // ¿A qué se debe? La realidad es la siguiente. Con la crisis, ha habido un “descalabro” de empresas en el sector, que han pasado de “430 a 200”. Aun así, “nuestra cuota de ingresos por la inversión privada en proyectos solo ha caído un 20% en cinco años”, subraya. Por el contrario, “el problema lo hemos detectado en la parte de la financiación pública de proyectos de investigación, que en el mismo periodo ha caído en un 63%”. Pero hay más cifras para la reflexión. La inversión de la Generalitat valenciana en la red de institutos tecnológicos de la Comunitat ha pasado de los 47 millones de euros que se presupuestaban en el 2010 a los 20 en el año 2014 (-56%). Por otro lado, los denominados proyectos Impiva que permitían financiar proyectos por valor de “46 millones en el 2010, mientras que en el 2014 solo eran 17 millones, es decir, un 63% menos, y encima ahora ya no son una subvención, sino que se han transformado en préstamo”.

Los resultados de todos estos recortes han sido directos para el trabajo del ITC y, por tanto, del sector: “De los 5.389 proyectos solicitados por empresas en el 2010, se ha pasado a 413”.

APROVECHARSE DE EUROPA // Si los apoyos financieros a la I+D+i casi se han extinguido por parte de la Generalitat y el Gobierno de España, es el momento de mirar hacia Europa. El director de la Cátedra de Innovación Cerámica de Ciutat de Vila-real, Juan Carda, se une a Mallol y admite que “la crisis nos ha afectado drásticamente”, pero recuerda que hay otras vías, como la de la Unión Europea, que dispone de líneas de apoyo a la investigación “muy cuantiosas”.

El director de AICE-ITC puntualiza que se trata de “76.000 millones de euros hasta el horizonte 2020 en los fondos H2020”, una cantidad que “ya nos permite impulsar 15 proyectos de investigación de carácter europeo”. “Pero es un dinero que si no lo aprovechamos, lo aprovecharán otros, seguramente nuestros competidores. Por eso hago un llamamiento a los empresarios del sector, para que nos utilicen, que nos usen en sus objetivos”, exhorta Mallol.

Y aporta una última cifra al respecto en esta cuestión: “Desde el ITC estamos consiguiendo que la I+D genere retornos para las empresas de 600.000 euros al año de media”. H