Las clases de refuerzo durante el mes de julio a los alumnos que han suspendido dejarán de ser voluntarias para los profesores y pasarán a ser obligadas a partir del próximo curso. En este sentido, se manifestó ayer la consellera de Educación, María José Catalá, quien anunció que planean adoptar este cambio con el objetivo de luchar contra el fracaso escolar y evitar que los padres paguen cursillos de verano.

Actualmente, solo nueve de los 51 institutos de la provincia de Castellón están inscritos al programa Exit, que ofrece clases de refuerzo en las mañanas de este mes de julio. Este anuncio ha sido bien recibido por la presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos FAPA Penyagolosa, María Dolores Tirado, quien ha destacado que esta medida “ya que están funcionando muy bien y es una buena herramienta contra el fracaso escolar”. Por su parte, el portavoz de los directores de institutos de Castellón, Josep Martí, ve positiva la propuesta pero advierte a la Conselleria de Educación que deberá asumir los costes que estas clases de refuerzo conllevarán. H