Salvador Navarro, el presidente de la Confederación de Empresarios de la Comunitat Valenciana (CEV) lleva a gala haber comenzado a trabajar a los 15 años y, sobre todo, haber empezado desde la FP. Hoy, máster en dirección de empresas, con amplia formación posgrado en alta dirección y dirección financiera, ha tomado el rumbo de una organización empresarial que ha cogido el timón de la patronal autonómica y en la que Castellón, asegura, tendrá un protagonismo especial sin que tenga que renunciar a un ápice a una autonomía provincial que, entiende, es muy beneficiosa para el interés de las empresas. Fruto de ese interés por trasladar este mensaje vertebrador de la Comunitat que tanto le gusta, ha dedicado 101 días del último año a viajar a Castellón y Alicante para explicar un proyecto que quiere compartir.

-¿En qué situación está la nueva patronal autonómica y qué papel tiene Castellón en la nueva CEV?

-La CEV pretende tener la máxima representatividad a nivel autonómico. Pero esto no quita que Castellón tenga que renunciar a nada. La decisión de elegir al máximo responsable de la organización en la provincia corresponderá a las empresas de aquí. Al igual que a los vocales en la junta directiva autonómica. Los órganos de representación del empresariado en la provincia, repito, estarán siempre en manos de los representantes de Castellón. Valencia no decide absolutamente nada y las posiciones a nivel autonómico se consensúan entre todas las partes. En la nueva estructura de la patronal autonómica, Castellón tendrá plena capacidad, representatividad y toda capacidad de decisión.

-Y en esta nueva etapa, ¿cuáles son sus prioridades?

-Queremos trabajar en algo que nos preocupa mucho al empresariado, que es la invisibilidad, a todos los niveles y no me refiero al político. Los emprendedores de aquí tenemos que movernos más en Madrid y, sobre todo, en Bruselas, algo que, como presidente me corresponde dirigir, pero con el soporte necesario de los consejos empresariales provinciales. Tiene que haber representación de la CEV fuerte en todos los estamentos y Castellón nos puede ayudar mucho en esta tarea.

-En Castellón preocupa mucho la falta de infraestructuras...

-La demanda de inversiones es algo que nos ocupa y preocupa. En el ámbito autonómico la falta de una financiación justa nos resta oportunidades. En cuanto a Castellón, el tráfico de mercancías. Aquí tenemos un cuello de botella en el corredor mediterráneo que hay que resolver. Tenemos cifrado que la Comunitat necesitaría inversiones por valor de 21.000 millones de euros que deberían darse en los próximo diez años. Nos preocupa mucho el déficit en materia de redes viarias en la provincia como las carreteras. El hecho de situar en Castellón nuestra sede permanente de Infraestructuras de la patronal autonómica no es una casualidad, como no lo es haber decidido implantar también la de industria y una tercera que es la de internacionalización, por el potencial que existe en esta provincia y los beneficios que puede acarrear al tejido económico de toda la Comunitat.

-Destaca su apoyo al transporte ferroviario de mercancías.

-Así es. Si importante es el corredor mediterráneo, también lo es el del cantábrico, por los beneficios que puede conllevar a las empresas y al propio puerto de Castellón, como eje fundamental en estas conexiones prioritarias.

-Mucho se habla de las grandes empresas, pero las pequeñas y medianas, que son más del 90% del tejido empresarial, qué papel tendrán en la nueva estructura de la patronal autonómica.

-Es realmente importante para nosotros. Vemos que muchas veces en los discursos se las olvida, pero son fundamentales. La CEV las tiene muy presentes a través de las correspondientes asociaciones empresariales. En el mapa que tenemos dibujado en la confederación cuentan con más de cien empresas incorporadas, que son las que realmente nos han dotado del equilibrio financiero que nos ha permitido salir adelante. Hay empresas de todos los sectores, en gran parte a través de las correspondientes federaciones y asociaciones que están formadas por pequeños empresarios. Así, tenemos transportistas, autónomos, fontaneros, electricistas, mujeres empresarias, jóvenes emprendedores... y una amalgama de representantes de las pyme, cuya presencia siempre es una prioridad para nosotros.

-¿Qué necesita el sector hoy?

-Pues empresas tractoras, innovadoras. Lamentablemente, aún tenemos que mejorar mucho en el empleo, mejorar la productividad pero también la remuneración salarial. Somos todo un ejemplo en exportaciones, lo que nos permite generar un superávit comercial que hay que destacar, pero tenemos que avanzar en materia de rentabilidad.

-¿Qué recomienda a las mesas donde se negocian actualmente los convenios colectivos?

SEnDYo solo puedo opinar, no recomendar a nadie. Hay que recordar que el 42% de las empresas aún están en pérdidas. No todo ha salido de la crisis. Hay que pensar que la empresa es un todo y que si va bien, beneficia a todos. En toda negociación debe imperar la responsabilidad de todas las partes que negocian. Pero lo que no me cabe duda que en todos los sectores y en todas las empresas siempre hay voluntad de llegar a acuerdos.

-¿Qué opina de la demanda de formación por parte de la industria y de la falta de personal cualificado en algunos puestos?

-Yo me formé en la FP. Aquí, por mucho que queramos, no todos podemos ser médicos, arquitectos funcionarios... La Formación Profesional puede ser una gran oportunidad de futuro para muchos jóvenes, con empleo de calidad en la industria. Sé que desde la Generalitat se está trabajando duro en esto, pero los procesos burocráticos son siempre lentos y las necesidades de las empresas siempre van por delante a la solución de los problemas.