El último marsupial europeo vivió en un bosque de l’Alcora

Estos restos provienen del Mas d’Antolino, Mas de Torner y Barranc de Campisano. Con la extinción de la especie Amphiperatherium frequens, a la que se han adscrito los fósiles encontrados en Castellón, los marsupiales desaparecieron de Europa. El trabajo se publicó ayer en la edición on line de la revista Comptes Rendus Palevol, conclusiones que firman los investigadores Marc Furió, Francisco J. Ruiz-Sánchez, Vicente D. Crespo, Plinio Montoya y Matthijs Freudenthal.

Como publicó en el 2011 Mediterráneo, estos animales debieron vivir en una zona boscosa de clima subtropical, cerca de un gran lago que abarcaba los términos de l’Alcora y Ribesalbes. En las profundidades del mismo, se depositaron los sedimentos que han constituyen el yacimiento.

Los restos de este marsupial constituyen solo nueve piezas de entre unas 200 localizadas. Unas piezas dentarias de tamaño milimétrico junto a las que se obtuvieron restos de roedores, insectívoros, murciélagos y también de algunos grandes mamíferos que permitieron fechar el yacimiento en unos 16 millones de años.

EXTINCIÓN // Gran parte de los restos de A. frequens documentados en Europa están en yacimientos de hace entre 17 y 15 millones de años, cuando el clima era mucho más cálido y húmedo. La extinción de esta especie, hace 14 millones de años, coincide con el cambio climático que trajo temperaturas más frías y cambios en la vegetación. Hasta ahora solo se habían documentado sus restos en Europa central, donde las condiciones ambientales durante el Mioceno eran más húmedas. De hecho, la de Ribesalbes-l’Alcora es una de las regiones más húmedas de la Península, aunque no tanto como las otras zonas europeas donde se han localizado restos. Estas condiciones explicarían el hecho de que la presencia de este marsupial en los yacimientos de Castellón sea más escasa que en los del más al norte de Europa. H