No es lo mismo heredar una casa o un negocio en Castellón que hacerlo en Madrid, Tarragona, Zaragoza o Sevilla. Y no lo es porque para heredar hay que pagar, dado que los legados están sujetos al impuesto de Sucesiones y Donaciones, un importe que puede ser muy elevado en función de donde viva cada uno. En España cada comunidad autónoma es competente para establecer eventuales bonificaciones y reducciones, así como los requisitos para acceder a ellas. Además, hay que abonarlo en los seis meses posteriores al fallecimiento.

En este ámbito más que en otros, la fragmentación geográfica es abismal. Y, además, desde el 1 de enero del 2017 heredar en Castellón puede costar el doble; y recibir una donación, hasta el cuádruple, por eso los expertos aseguran que la primera opción tiene más ventajas. «Hoy, en la Comunitat, es más barato heredar que donar», sentencia Jorge Sos, delegado en Castellón del Colegio Notarial de Valencia.

El Consejo General de Economistas de España en la XVI edición de su informe Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2017, analiza lo que cuesta heredar o recibir un bien en donación tras los cambios fiscales que entraron en vigor en la Comunitat en enero del 2017. Para ello, los economistas se centran en un supuesto muy concreto, lo que les permite poder comparar lo que se paga en cada región.

En el caso del impuesto de Sucesiones (el que se abona por recibir una herencia) el análisis se realiza con el supuesto de una persona soltera de 30 años que hereda bienes por valor de 800.000 euros. Dicho individuo pagaría actualmente en Castellón 63.193 euros, mientras que en Madrid abonaría 1.586; en las Palmas, 133 euros; en Tarragona, 9.796; y en Zaragoza, 155.393 euros. Esos algo más de 63.000 euros que el heredero pagaría en Castellón son justo el doble de lo que habría abonado esta misma persona en 2016, antes de la última modificación realizada por la Generalitat valenciana.

Por lo que respecta al impuesto de Donaciones, el análisis de los economistas ha sido elaborado con el supuesto de una persona soltera de 30 años que hereda 800.000 euros en metálico de su padre o madre. Por esta donación tendría que pagar 171.912 euros, un importe cuatro veces más alto de lo que tendría que haber abonado en el 2016.

Desde el Consell insisten en que el alza del impuesto de sucesiones y donaciones ha afectado solo a las rentas más altas (los primeros 100.000 euros están exentos en ambos casos) y cita un ejemplo: solo el 8% de los herederos valencianos ha pagado en 2017 más de 500 euros.