Decenas de miles de personas se sumaron ayer en toda España --desafiando la meteorología adversa en muchas ciudades-- a la reivindicación en defensa del sistema público de pensiones y por unas prestaciones dignas que no pierdan poder adquisitivo.

Un ejemplo de movilización marcada por la lluvia fue la que se celebró por la mañana en Madrid, donde según la Delegación del Gobierno acudieron 15.000 personas. Allí, entre otras consignas, se gritó el «Ni el agua ni el viento detienen el movimiento», que se sumó a cánticos como «No quedan pensiones para jubilados, pero cómo gastan en los despachos del Estado». Ya por la tarde hubo otra concentración en la plaza del Sol, que también se llenó para exigir al ejecutivo que preside Rajoy que «blinde las pensiones en la Constitución» y dé marcha atrás con la anunciada subida del 0,25%».

Los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, advirtieron de que si el Gobierno no escucha «lo que sucede en las calles» y no toma medidas para fomentar un reparto de la riqueza más justo, «se va a producir un estallido social».

Pero hubo actos reivindicativos en muchas ciudades. En Barcelona, 30.000 personas según la Guardia Urbana se sumaron a la manifestación. Una de las protestas más multitudinarias se celebró en Bilbao, donde según el Ayuntamiento se reunieron 115.000 personas, pero también las hubo en Gijón, Santander, Zaragoza, Santiago o Palma de Mallorca.