Llegar a los cien años? ¿Y por qué no? Lo que hasta hace cuatro décadas era casi una quimera hoy es una realidad y, según los científicos, es probable que la mitad de los niños nacidos ahora lleguen a soplar las cien velas. Como nadie quiere morirse, eso es una buena noticia, como también lo es que la cifra de centenarios no deja de crecer. Hoy, en Castellón, ya son 134, cinco veces más que a finales de los 70, y las perspectivas apuntan a que la cifra se disparará a los 439 en el 2031.

Una de las claves que explican por qué en Castellón se vive más está en la esperanza de vida. España puede presumir de ser uno de los países del mundo donde más años se vive (solo nos supera Japón) y en la provincia la situación es exactamente la misma. Es más, la cifra crece año tras año. Hoy, las expectativas se sitúan en 82,7 años, cuatro meses más que hace un año (en 2015 era de 82,3) aunque la cifra es ligeramente inferior que el promedio nacional, que es de 83,2 años, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Que la vida se alarga es algo que demuestran año tras año los datos oficiales. La esperanza de vida de los niños que nacen ahora en cualquier municipio de la provincia nada tiene que ver con la que tuvieron sus tatarabuelos. Quienes vinieron al mundo en 1880 tenían unas expectativas de apenas 42 años. Hoy ya rozan los 83 años, una cifra que, aun con altibajos, no ha parado de crecer desde hace 20 años. Un par de datos basta para entenderlo: en 1975, la expectativa se situaba en la provincia en 73,6 años. En 1990 ya había escalado hasta los 77. Además, los números seguirán al alza y los estadistas sitúan en 85,4 la esperanza de vida en el 20131, es decir, 2,7 más que ahora.

LA BRECHA DE GÉNERO // En Castellón se vive más y la brecha de género existe. La esperanza de vida es de 85,5 años para las mujeres y de 79,9 años para los hombres. La brecha de género (la diferencia en la esperanza de vida entre hombres y mujeres) es de 5,6 años, aunque se ha ido recortando en los últimos años. En 1996, la esperanza de vida de los hombres de la provincia era de 74,2 años y la de las mujeres era de 81,4 años. Había, por lo tanto, una brecha de 7,2 años. La vida se ha alargado para todos, pero las mujeres siguen viviendo más años.

Pero, ¿por qué los hombres viven menos que las mujeres? Los expertos aseguran que la clave está en una combinación de causas sociales, de hábitos de vida y, probablemente, de factores biológicos, aunque también insisten en que en los últimos años, las féminas están adoptando peores hábitos de vida. Consumen más alcohol que antes y, aunque tanto hombres como mujeres fuman cada vez menos, a ellas les está costando más apagar definitivamente el cigarrillo.