El noviembre, después de Tots Sants. Es la fecha que baraja la concejala de Cultura de Castellón, Verònica Ruiz, para iniciar el proceso de excavación y exhumación de la fosa común del cementerio de San José de Castellón. A día de hoy, son cuatro las familias que han solicitado desenterrar a antepasados que fueron víctimas de la guerra civil y la represión.

Según explica Ruiz, desde el departamento que dirige trabajan para hacer un contrato menor, de unos 14.000 euros más IVA, «porque no hay músculo de personal para elaborar las bases que requiere una licitación para un contrato mayor». «Esperamos que con este presupuesto se pueda hacer frente a estas primeras cuatro peticiones de familias y el resto se irán atendiendo conforme se presenten», reconoce la edila de Cultura. En las cuentas municipales de este año existe una partida reservada de 23.000 euros para los gastos de exhumación.

El proyecto forma parte de la apuesta del equipo de gobierno de recuperar la memoria histórica y dignificar a las víctimas, en la misma línea que la Generalitat. Hace apenas una semana que la consellera de Justicia, Gabriel Bravo, visitó el refugio antiaéreo de la plaza Tetuán recién inaugurado y el viejo camposanto, avalando ante los medios las exhumaciones previstas en Castellón. «Apoyaremos a todos los familiares de las víctimas y de todo aquel que solicite la exhumación. Desde las instituciones impulsaremos, garantizaremos y financiaremos ese derecho. Es una gran deuda pendiente con todas las víctimas del franquismo», decía la consellera de Justicia.

CASI 1.000 VÍCTIMAS

En el cementerio de San José fueron enterradas casi 1.000 personas víctimas de la represión: fusilados, muertos en prisiones y en hospitales, muertos en centros de detención, asesinados por pertenecer a la guerrilla antifranquista o por colaborar con el maquis, según estudios realizados por el Grup per la Recuperació de la Memòria Històrica de Castellón.

El Ayuntamiento colaboró en rendir homenaje a las víctimas y se colocaron, para la celebración de Tots Sants del año 2016, una placas con sus nombres, en un gesto de dignificar y visibilizar a todas aquellas personas que padecieron la represión.