El comité técnico para la valoración de la retirada de vestigios relativos a la guerra civil y la dictadura en la Comunitat ha aprobado el informe de la historiadora de la UJI Rosa Monlleó en el que insta a reubicar la Cruz de los Caídos del parque Ribalta de Castellón en el viejo cementerio «con una placa en la que se explique toda su historia, desde que se construyó, pasando por los cambios en su inscripción, hasta la actualidad».

«Nuestra voluntad no es destruir nada, porque no podemos borrar la historia, pero no queremos exaltar los odios ni los mensajes de un régimen dictatorial. La cruz es ahora, como lo llamamos los historiadores, un lugar de memoria». Monlleó, que forma parte de este comité técnico adscrito a la Conselleria de Justicia, y del Grup d’Estudis d’Història Local i Fonts Orals de la UJI, matiza que tras la primera aprobación del informe «ahora falta una segunda y después el documento se enviará al Ayuntamiento de Castellón, que es soberano para tomar una decisión».

Este órgano de expertos del que forma parte Monlleó tiene en su cometido asesorar a la Generalitat sobre qué monumentos se deben retirar y cuáles deben permanecer por su valor artístico. En el caso de la cruz del Ribalta, «consideramos que no tiene valor artístico», una afirmación que hace, entre otros, teniendo en cuenta el libro El parque de Ribalta, de María Teresa Santamaría, en el que la califica como «un monumento sencillo, quizá ajeno al parque».

AMICS

En el informe de Monlleó sobre la cruz se ha tenido en cuenta la opinión del Grup per a la Recerca de la Memòria Històrica de Castelló y de la asociación Amics del Ribalta, que la semana pasada, y por mayoría de más del 80% de los presentes en la asamblea de socios, votó quitarla.

MÁS DE 2.300 FIRMAS

El miércoles pasado, 8 de marzo, justo un día después de que Amics del Ribalta aprobará por mayoría retirar la Cruz de los Caídos del parque, nació en Castellón la plataforma ciudadana Defensa de la Cruz, que ha conseguido en menos de una semana más de 2.300 firmas en ‘Change.org’ para evitar el derribo del monumento. Según su portavoz, Javier Torres, la petición de quitarla «se basa en el odio a un símbolo religioso». Al respecto, la autora del informe que aboga por su reubicación, Rosa Monlleó, asegura: «Estamos en democracia, por lo que todos podemos dar nuestra opinión».