La Casi 3 de Castellón, Sonex 5 de Nules, Narvill de la Vilavella,... la lista de las cooperativas que han caído en los últimos tiempos es larga. Y no cesan de sumarse nombres. La última es la Sonex 1 de Nules, para la que el juez de lo Mercantil acaba de dictar el concurso de acreedores. Pero no es la única. También Betxí-export, que llegó a ser una de las más boyantes, se ha visto obligada a echar el cierre.

Y es que estas sociedades «son las que más están en el filo», apuntan fuentes del sector. Tanto es así que en Nules, epicentro de la citricultura provincial, tan solo restan dos con la actividad normalizada: Nulexport y Cipla.

Así las cosas, «o se fusionan o irán cayendo» la mayoría de la quincena de cooperativas citrícolas que perviven en la provincia, indican las fuentes. La excepción es San Alfonso, de Betxí. Tras superar los graves problemas económicos de hace unos años, la firma «va como un cohete» y, tras comercializar 98 millones de toneladas en la campaña pasada, un acuerdo con Agroal podría hacer que en esta rondase los 120.