Los expertos lo tienen claro. El «brutal» problema del ciberbullying --con 115 incidencias en el último curso-- tiene complicada solución si los padres y los centros educativos no se implican más en la prevención y control de este tipo de acoso que se produce entre los niños y adolescentes a través de internet, ya sea en redes sociales, chats o bien en videojuegos.

El coautor del libro Internet negro: el lado oscuro de la red, el castellonense Pere Cervantes, lamenta que sea un «proceso lógico» el hecho de que cada vez se detecten más casos y el número de hechos de esta índole que llegan a los juzgados vaya en aumento. «Para tener un perfil en redes sociales se debe tener 14 años, pero cuando vamos a centros a dar charlas y preguntamos a chavales de 10 y 11 años los que tienen perfil levantan la mano casi todos, además algunos tienen hasta dos», explica Cervantes para ejemplificar que la edad del usuario se ha reducido, por lo que el «mal uso» que se hace de las herramientas digitales es exponencial.

falta prevención // «No existe una prevención eficaz, resulta necesaria más educación digital en mayúsculas y negrita», remarca este experto, al tiempo que lamenta que los adolescentes no conocen las consecuencias que tiene un mal empleo de las redes y que el anonimato no existe. «Este problema se da en todos los centros, la cifra de suicidios asociados al ciberbullying se desconoce, pero los casos existen», detalla.

Por su parte, el psicólogo castellonense Juan Tosca, quien ha estudiado el tema de los adolescentes e internet, recalca que está claro que la prevención que se está haciendo resulta insuficiente y es urgente un mayor control a nivel de redes sociales.

«Existe una impunidad casi total. Se requiere más control parental a la hora de acceder a los móviles y ordenadores de los hijos, así como una mayor concienciación en escuelas e institutos», indica Tosca, quien considera urgente que, a nivel educativo, se trate de forma más amplia «la empatía y la asertividad» para favorecer el compañerismo. «La educación digital está en el contacto humano», subraya.