Una nueva vuelta de tuerca para solicitar los fondos que urgen a la Generalitat para cuadrar los presupuestos de Sanidad y Educación. Es la que dio ayer el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, en su primera comparecencia tras las vacaciones estivales. Después de abordar con el sector agrario la problemática generada por el veto ruso, Fabra destacó que el fondo extra de 1.000 millones de euros que viene reclamando desde principios de año al Gobierno para compensar esos dos apartados básicos debe llegar “sin demora”.

Aunque señaló que el modelo de financiación que lastra a la Comunitat “tiene que cambiar”, el jefe del Consell (ayer en su papel de presidente regional del PP) priorizó el aporte extra, cifrado en esos 1.000 millones, los que faltan de las aportaciones del Estado para cubrir la Sanidad y Educación autonómicas. “Se debe abordar cuanto antes, sin demora”, apuntó Fabra, para que, con este fondo, “se cubra una injusticia” y de este modo los valencianos “puedan acceder a los servicios de Educación y Sanidad en las mismas condiciones” que el resto de los españoles.

En su opinión, ya nadie puede discutir --“lo demostraron las balanzas fiscales”, indicó-- que el modelo de financiación actual trata de forma “injusta” a la Comunitat. Pero, dado que el cambio del modelo es prácticamente imposible para este año (el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha negado esta posibilidad este verano), el president centra sus esfuerzos en el fondo extra que sirva para cuadrar las cuentas de la Generalitat.

El número 2 del Ministerio de Hacienda, Antonio Beteta, ya negó en Valencia los 1.000 millones extra. Pero ahora Fabra pretende exponerle la necesidad al ministro Cristóbal Montoro en una reunión a la que también acudirían los empresarios y que está pendiente desde julio. En ella también pondría de manifiesto que “ya no caben más recortes” en la Comunitat, después de que ayer Rajoy y Merkel insistiesen en la senda de la austeridad. H