La sentencia del Tribunal Supremo (TS) que garantiza el futuro de las tascas de Castellón no variará la hoja de ruta municipal en la lucha contra el ruido en ese punto neurálgico del ocio nocturno.

El concejal de Sostenibilidad, Gonzalo Romero, ha apuntado que la declaración como Zona Acústicamente Saturada (ZAS) se mantendrá en los mismos términos que hasta ahora. “La ZAS va a continuar su camino, la sentencia solo ha demostrado que estamos haciendo las cosas bien, respetando la ley, pero nuestro máximo objetivo es hacer compatible el ocio con el descanso de los vecinos”, recalcó Romero.

La vigencia de la actual ZAS de las tascas vence el próximo 31 de diciembre. En esa fecha, las nuevas mediciones sonométricas que se realizarán previamente dictaminarán si las restricciones legales se mantienen otros dos años más, se endurecen o se flexibilizan. El consistorio pretende reducir el ruido nocturno hasta en 12 decibelios gracias a las ocho medidas vigentes desde finales del 2012. De ser así, la sonoridad acústica en las tascas rozaría los anhelados 65 decibelios nocturnos necesarios para finiquitar la ZAS. Las mediciones que encargó a finales del 2012 el consistorio arrojaron valores medios de entre 78,5 y 80 decibelios en las calles Isaac Peral, Barracas, Mayor y plaza Santa Clara.

El informe municipal que se redactó para la entrada en vigor de la actual ZAS calculó que el avance de la hora de cierre de las tascas de las 23.30 a las 23.00 horas podía rebajar el ruido en una horquilla de entre 10 y 12 decibelios. También sostenía que limitar los horarios para los negocios comerciales entre las 23.30 y las 6.00 horas y para la venta de bebidas y comida entre las 23.00 y las 8.00 horas iba a rebajar el ruido nocturno entre 3 y 6 decibelios. La misma previsión figuraba como consecuencia de limitar el uso de mesas, sillas y veladores en la calle hasta las 23.00 horas durante los jueves, viernes y sábados.

Respecto a la sentencia que ratifica la vigencia del artículo 26 de la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana, clave para la actividad de las tascas, los empresarios se han mostrado muy satisfechos. Ernesto Bou, que regenta uno de los negocios, ha señalado que el fallo del Supremo demuestra que “no somos tan malos como se nos ha puesto, no somos el lobo”. Bou ha recordado que los negocios están cerrando sus puertas a las 23.30 horas y los clientes se marchan media hora antes, “por lo que no se generan molestias a los vecinos, creo que se ha hecho uso de razón”. H