Las familias de Castellón donde no entra ya ningún ingreso, ni de nóminas ni tampoco de ayudas, alcanzan las 8.700 al cierre del 2016. Un drama humano que afecta a miles de castellonenses todavía, aunque es cierto que la tendencia es a la baja.

Según la última Encuesta de Población Activa (EPA) --que contabiliza 46.200 parados en Castellón, tras el descenso anual y trimestral, como publicó ayer Mediterráneo--, también la cifra de hogares sin perceptores de ingresos ha experimentado una caída, del tercer al cuarto trimestre del último año, al disminuir en 3.800 las residencias afectadas en la provincia. Y respecto a un año atrás, también se ha logrado una mejoría, dado que actualmente hay 5.700 núcleos familiares menos en esta situación que los que había 12 meses atrás, lo que supone un descenso de casi el 40%.

La casuística que se analiza en este estudio es diversa. En la explotación extensa de la EPA, los hogares de Castellón con todos los miembros en paro, continúan siendo importantes y se sitúan en 13.600. En un año han menguado en 7.400 (un -35%), mientras que en el trimestre han disminuido, pero solo ligeramente, en 600, lo que supone un -4,2%.

El periodo de octubre a diciembre suele ser positivo para el empleo, puesto que están en auge las necesidades laborales de contratación del comercio para la campaña de Navidad y rebajas; para la recolección y manipulado de cítricos; o para el sector de hostelería y turismo por las celebraciones de fin de año.

Prueba del efecto positivo es que en Castellón, las viviendas con todos sus miembros ocupados, trabajando, creció de un trimestre a otro en 7.100 y se situó en 120.600 hogares, menos, eso sí, (-6.200) que un año antes, en 2015, cuando había 126.800.