El món de la festa da el OK a la posibilidad de que las fechas de las fiestas de la Magdalena de Castellón se queden fijas en el calendario, después de que el Papa Francisco lanzara a su cónclave de más de mil sacerdotes la posibilidad de unificar la Pascua cristiana con la ortodoxa el segundo o tercer domingo de abril, lo que haría cambiar también, de carambola, la semana grande de la capital, que tradicionalmente se celebra el tercer domingo de Cuaresma. No obstante, la mayoría de colectivos y festeros consultados por Mediterráneo piden que, ya puestos en hacer un cambio, sea beneficioso para las fiestas y no coincida con las Fallas, que restan, dicen, turismo, y que se anclen a finales de marzo, la tercera o cuarta semana del mes.

Concretar aún más, sin tanto baile de fechas, las fiestas fundacionales en el calendario sería “positivo para proyectarlas en el mapa de las principales celebraciones españolas, atendiendo a la titularidad de fiestas de interés turístico internacional”, coinciden muchos de los encuestados. Pero todos alzan la misma voz: “Hay que evitar, puesto a cambiar las fechas, que la Magdalena coincida con las Fallas”, con lo que Castellón preferiría que el Papa y la Iglesia católica diera el visto bueno “a la segunda fecha”. Así, en el supuesto de que se pusiera en marcha la medida en el 2016, la Magdalena comenzaría el día de San José hasta el 27 de marzo, y no el 27 de febrero previsto.

“Por climatología, que suele ser mejor ya en plena primavera; por ser unas fiestas participativas, de vivirlas en la calle, y porque ayudaría a vender la Magdalena como una marca fija en el año de Castellón, como San José, San Fermín o San Juan, que todo el mundo ubica”, señalan. No obstante, inciden en que “esta sería la oportunidad de reabrir el debate y ubicarlas donde más convenga a la festa y a la sociedad”, dicen. H