De más ventas a menos... y con toda la incertidumbre sobre cómo va a terminar el año, aunque se espera que pueda ser en «positivo». Este es a grandes rasgos el análisis que realizan los empresarios cerámicos de Castellón desplazados a la feria Cersaie, que ayer arrancó en Bolonia (Italia), la más importantes de cuantas tienen lugar a nivel mundial, y en la que las compañías azulejeras esperan espantar los nubarrones que emborronan el horizonte del Tile of Spain cara al final del ejercicio.

Y no son pocos. A la hora de citarlos, los directivos citan incógnitas como el brexit, las elecciones estadounidenses y el Brent, en el plano internacional, pero también la falta de gobierno en España, en el plano doméstico.

«Al sector parece que de momento no se le esté atragantando el brexit», indica el consejero delegado de Porcelanosa, Silvestre Segarra, preguntado sobre las expectativas de un mercado, el británico, que hasta la fecha está funcionando de manera magnífica. «Pero no me atrevo a vaticinar lo que ocurrirá a partir de enero», subraya, porque «ahora estamos funcionando con la inercia de principios de año, pero no se están activando nuevos proyectos, a la espera de qué ocurrirá y las medidas que se adoptarán, y por tanto, no podemos saber cómo se plantea el 2017», insiste.

A este mismo escenario de incertidumbre atribuye Segarra las caídas del mes de julio en países fundamentales para los fabricantes castellonenses de pavimentos y revestimientos cerámicos en países como Francia o Alemania, dos de las locomotras de la Unión Europea, que han visto cómo en el mes de junio y julio han comenzado a ralentizar su cartera de pedidos. También está funcionando de manera espectacular el mercado estadounidense, pero los empresarios también admiten que «estamos en puertas de elecciones», en noviembre, y en función de si las gana Donald Trump o Hillary Clinton, puede haber muchos cambios «en materia de inmigración, o de política económica, y eso no ayuda a calmar los ánimos», indican.

BRENT BARATO, PERO ESTABLE // Y para acabar de redondear las incógnitas, a las nuevas dudas se suman algunas ya conocidas, como la situación de Rusia o de los países árabes (Arabia Saudí, Argelia, Jordania...), cuya capacidad de compra está muy ligada a la cotización de un Brent que sigue bajo, aunque más estabilizado.

«Son muchas cosas las que están por despejar... es muy difícil que se den todas a la vez, pero eso no significa que no se puedan dar, como en otras ocasiones ha ocurrido», añade un empresario de Onda a Mediterráneo.

¿Y EN ESPAÑA? // Y por si fuera poco, también el mercado nacional, se suma a esta lista de incertidumbres. Las firmas de Castellón admiten que las ventas se están recuperando, en la línea del pasado año 2015, cuando la facturación del sector creció en torno a un 10%, pero también está el lastre de la falta de Gobierno, «que de momento no nos está afectando, casi al contrario», subrayan, si bien «no sabemos si hay terceras elecciones y qué puede ocurrir a partir de ese momento, o ante la falta de presupuestos generales del Estado». Capitales como Madrid y Barcelona o comunidades como Galicia o País Vasco son las que están ofreciendo mejores oportunidades. En el lado opuesto, «la Comunitat Valenciana», aún «en el ojo del huracán».

Aun así, los empresarios se muestran «optimistas». El presidente del Grupo Pamesa, Fernando Roig, insistía en que «la feria ha arrancado bien» y que «la situación es positiva», decía, en un estand a rebosar de público. Y el director general de Ceracasa, Carlos Cabrera, admitía «lo difíciles que se están poniendo las cosas», coincidiendo con Segarra en el diagnóstico, pero hacía hincapié en que «el sector está luchando y viene a trabajar».