Por segundo fin de semana consecutivo la nieve se ha convertido en un componente lúdico y de reclamo turístico en el interior de la provincia. Una vez que los estragos del temporal parece que ya han quedado atrás definitivamente, las decenas de municipios de Castellón afectados intentan volver poco a poco a la normalidad, acompañados de un manto blanco que sigue siendo objeto de atracción para muchos forasteros.

Por ese motivo, localidades como Morella o Vistabella, entre otras, han recibido la visita de numerosos curiosos. «Nuestro hijo pequeño nunca había visto la nieve y, como este fin de semana hace bastante mejor tiempo, no hemos dudado de ir a pasar el día en Morella», relata un matrimonio residente en Cabanes. Del mismo modo, Ana, natural de Vilafamés, no ha dudado en acercarse a Vistabella para dejarse impregnar por el manto blanco que aún cubre el municipio. «Después de superar la época de exámenes de la universidad, solo me apetecía desconectar y deleitarme con estos paisajes. Parecen sacados de una postal. Es precioso. Sobre todo porque no estamos acostumbrados a tanta nieve», confiesa.

Los niños, de nuevo, fueron los más activos de una jornada de sábado con mucho movimiento en gran parte de la provincia. Bien abrigados hasta arriba y con gorro para evitar posibles resfriados, eso sí, los más pequeños de la casa se lo pasaron en grande haciendo guerras de bolas de nieve, lanzándose en trineo cuesta abajo o esculpiendo muñecos lo más sofisticados posible.

Rachas de viento

Aunque la persistente nieve acaparó casi todo el protagonismo, la fuerte presencia de viento también se dejó notar en varios puntos del interior de la provincia. Especialmente en Fredes, donde, según informó Aemet, llegaron a registrarse ayer a mediodía rachas de hasta 82 kilómetros por hora. En cuanto a las temperaturas, si bien pasada la medianoche los mercurios marcarán en general temperaturas bajo cero, Aemet pronostica un domingo con mercurios entre los 2 y 5 grados, con posibilidad de chubascos.