El Ayuntamiento de Castellón recibió ayer, por primera vez, la flama del valencià en una nueva edición del Correllengua. Esta estuvo marcada por una presencia menos numerosa que en otros años de banderas esteladas y sin mención a la independencia, muy presente en los medios tras las elecciones catalanas.

La manifestación en pro de la lengua autóctona tuvo, eso sí, un contexto de “alegría e ilusión” debido al cambio político tras las elecciones municipales y autonómicas, como recoge el manifiesto que leyó el vicealcalde de Castellón, Enric Nomdedéu, a las puertas del consistorio.

Toda una “llamada a la esperanza” después de “muchos años de discriminación” del idioma valenciano desde la Administración. En medio del habitual ambiente festivo (los Botafocs del Grau, malabaristas y la Conlloga Muixeranga plasmaron en la calle la cultura propia), la lectura del texto también tuvo carácter reivindicativo en la cita.

Desde su atril, Nomdedéu, dando voz a quienes defienden “el legado de ocho siglos”, destacó que ahora “podemos hacer posible el deseo de recuperar TV3 y la radio y televisión valencianas”. Pero no solo se habló de idioma, sino que también hubo espacio para la reivindicación política desde la Administración local y autonómica para “construir el arco mediterráneo o de conseguir una nueva financiación que garantice la educación, la sanidad y la cultura que nos merecemos”.

el símbolo del Herrero // Esta reivindicación también se plasmó en el último relevo de la flama, a cargo del CEIP Herrero, que ha exigido, hasta conseguirla, la línea en valencià que quería suprimir la Generalitat.

Por todo ello, como dijo el delegado de Acció Cultural del País Valencià, Toni Royo, para el Correllengua, que estuvo dedicado a Ovidi Montllor y Ramon Muntaner y que recorrió, como siempre, una veintena de colegios de la capital, “no es un año más”. Tras ello, la habitual ofrenda a Jaume I cerró la jornada. H