Los pescadores del arrastre del Grao vuelven el lunes a la mar. Después de los dos meses de paro biológico en que no han salido a faenar para que se recuperasen los caladeros --y en los que han aprovechado para poner a punto sus embarcaciones--, armadores y marineros vuelven a la actividad para iniciar una nueva campaña de esta modalidad pesquera.

Todavía tardarán en unírseles sus compañeros de Peñíscola, Benicarló y Vinaròs, que comenzaron la veda biológica 15 días más tarde y no la acabarán hasta el 15 de septiembre.

Los marineros del bou del Grao (como coloquialmente se conoce al arrastre en la provincia) coincidirán con los de Burriana, cuyas seis embarcaciones no han parado este verano. Tampoco lo han hecho las restantes cofradías de la Comunitat (las cuatro citadas de la provincia son las únicas autonómicas que han parado), debido en parte a que no ha habido ningún tipo de ayudas para los armadores procedentes de la Unión Europea, ya que todavía no se ha llevado a la práctica la nueva Política Pesquera Común continental.

Cara a la nueva campaña, los marineros continuarán con la autorregulación de horarios para tratar de que las capturas tengan mejores cotizaciones en las lonjas. Esto ya se logró en la temporada pasada, cuando todos los puertos, excepto Vinaròs, redujeron la cantidad de pescado del arrastre que fue a puerto, lo que provocó, por primera vez en muchos años, un ligero aumento de los precios en las subastas. El sector del arrastre provincial busca así confirmar el alza en la campaña a punto de comenzar. H