El sector de la pesca de cerco en la provincia afronta con inquietud un inicio de campaña que se presenta, si cabe, «peor que nunca», por los «irrisorios» precios en lonja que están teniendo las capturas, lo que les ha llevado a amarrar la flota durante las dos últimas noches, según señalaron ayer fuentes de la Cofradía del Grao de Castellón, cuya iniciativa ha sido secundada en los puertos de Burriana y Vinaròs.

El problema, que afecta a una veintena de barcos y, de manera directa, a unas 200 familias de la provincia, viene motivado por el bajo volumen y el escaso calibre de las capturas, que afecta sobre todo al boquerón, en un caladero que se ha visto diezmado de manera alarmante en los últimos años, por lo que los pescadores reclaman que se investiguen a fondo las causas y se tomen medidas para recuperarlo, tal como sucedió con las flotas del Cantábrico que, tras cuatro años de parada biológica y ayudas oficiales, hoy disfrutan de capturas «con las que nosotros no podemos competir ni en cuanto a volumen ni en lo que concierne a tamaños», explica José Guzmán, de la Cofradía de Pesca del Grao.

La protesta de los pescadores viene precedida por la constatación de una caída de los precios por sus capturas. Por cada caja de pescado de cerco, con un peso de ocho kilos, se ingresa poco más de dos euros y «esto es ya insostenible», según explican los pescadores afectados, que señalan que lo que se paga por las capturas está cinco veces por debajo de lo que vendría siendo «un precio más o menos asumible».

Ante esta situación, han decido amarrar durante dos noches y no descartan que a estos paros les sigan otros. «Solo queremos que se investigue este déficit de las capturas y, por otro lado, podamos saber cómo poner remedio a una situación que afecta prácticamente a todo el litoral mediterráneo», según detalla Guzmán, como especialista en este tipo de pesca de bajura de la cofradía castellonense. «Desconocemos las causas, pero sabemos muy bien las consecuencias que tiene no disponer de unos precios que nos permitan compensar el trabajo», argumentan en el sector.