El Ministerio de Fomento lleva ya casi tres años para decidir cómo soluciona el tramo del corredor mediterráneo entre Castellón y Tarragona. El 29 de abril del año 2014 Adif Alta Velocidad adjudicó las obras para los dos proyectos en que se dividen los 159 kilómetros que separan la capital de la Plana y Vandellòs, en la provincia vecina, donde el Corredor enlaza con la variante que está ahora mismo en construcción. Pero, a pesar de que anteriormente los empresarios y la Autoridad Portuaria de Castellón ya se habían quejado de que el proyecto original no respondía a sus necesidades (al sustituir el ancho de las dos vías actuales y dejar únicamente ancho internacional), no ha avanzado en este sentido.

De esto precisamente se quejaron representantes económicos de la provincia y la Comunitat en la jornada de trabajo que la Asociación Valenciana de Empresarios celebró el martes en Valencia. De hecho, en la cita se pudieron escuchar dudas sobre si este proyecto se llevará a cabo o por el contrario se funcionará con cambiadores de ancho (ya hay uno hecho en la estación de Camp de Tarragona, señala el vicepresidente de Ferrmed, Francisco García).

A disipar estas dudas no ayudan las declaraciones del propio ministro. Recientemente, Íñigo de la Serna no respondió en la Comisión de Fomento del Senado --en la que compareció por voluntad propia-- a la pregunta del senador del grupo parlamentario catalán Joan Bagué, quien le inquirió si existe «un calendario concreto» para estas obras.

El titular de Fomento sí habló de las obras de la variante de Vandellòs, que eliminará el tramo de vía única de 64 kilómetros. Aunque recientemente retrasó el final de las obras para el 2018, en el Senado indicó que están «trabajando para que este año se pueda iniciar el periodo de pruebas».

¿y el ave? // Preguntado por la senadora de ERC Laura Castel sobre la certificación de los cambios de vía de doble ancho que se están instalando entre Valencia y Castellón, de la Serna reconoció que hay que certificarlos dos veces, tras «la obra» y «las pruebas», pero no fue capaz de dar una fecha para la llegada del AVE.

El ministro tampoco fue capaz de despejar las dudas respecto a la AP-7. Aunque reiteró que no van a prorrogar el contrato, dejó para el futuro decidir «cuál va a ser la solución definitiva».