Fomento tendrá complicado comenzar la mejora de la N-232 en el puerto de Querol, tal y como prevé su propio plan de obra. A pesar de que el próximo día 15 comenzará el levantamiento de actas previas para expropiar los terrenos necesarios, como este diario informó ayer, los plazos se le echan encima al Ministerio. Y es que los trabajos deberían comenzar en julio pero todavía no ha adjudicado provisionalmente la obra y tras ello se deben realizar trámites durante varios meses, entre ellos la publicación de la adjudicación definitiva en el BOE o la firma del contrato, a la que seguirá la ejecución material, algo que siempre se retrasa.

Actualmente, como ha podido contrastar este diario, los técnicos de Fomento todavía están evaluando las ofertas (se presentaron 26, como publicó Mediterráneo) y realizando el informe de adjudicación, a pesar de que el Gobierno esperaba ya tener resuelto este paso a estas alturas. Han pasado tres meses desde que se abrieron los sobres con las ofertas económicas (se produjo el 2 de noviembre, tras licitar la actuación el 24 de junio) pero aún no se ha resuelto este trámite.

De hecho, según fuentes cercanas al proyecto, esto incluso se podría estar viendo perjudicado por el hecho de que el Gobierno no haya aprobado todavía los Presupuestos Generales del Estado. Pero esto no debería ser problema, ya que, a pesar de que el plan de obras marca que en julio deben comenzar las mismas, solo establece actuaciones por valor de 194.626,3 euros, casi un 89% por debajo de los 1,7 millones incluidos en los PGE del 2016.

ACTUACIONES MENORES // Con este montante tan exiguo incluido en el plan de obra, este año tan solo se podrían llevar a cabo actividades constructivas de muy poco calado. Así las cosas, el plan de obra prevé iniciar en julio trabajos para los desvíos de tráfico; medidas ambientales; actuaciones en seguridad y salud; y obras complementarias. En octubre deberían comenzar los trabajos de nuevas estructuras y en diciembre la reposición de servicios.

Sin duda, actuaciones menores para una obra que tiene un presupuesto de licitación de 64,9 millones de euros, que a buen seguro se verá rebajado de forma sustancial en la adjudicación.