-- Sinyo Quico, ¿qué opinió té de la

Reina, li plau?

-- Sí que em pegat en la clau,

xiquet, al fer la elecció!

¡Una representació

Qu’es un encant!, ¡un encís!

De rango noble i castís…

Celebrem el bon humor,

Ja qu’es trata de les festes…

I les boires manifestes,

Troquem, amb radiant claror.

¡Ja batega lo meu cor

I la pit amb daler alena!

¡Llancem campanes al vent,

qu’está prop la Madalena!

Recuerdo que uno de aquellos primeros años de la Feria del Libro de Castellón, que celebrábamos primero en la plaza del Mercadillo y después en la más amplia plaza de Santa Clara, encontrábamos siempre un espacio y una tarde para participar en corrillos costumbristas, en los que estábamos por obligación organizativa y los que encontraban en ello un motivo de entretenimiento y distracción, siempre con la temática obligatoria de algunos hechos o acontecimientos culturales, el relieve de algún libro recién aparecido en torno a temas históricos o costumbristas de la ciudad, también cuando algún personaje local o provincial se erigía en acontecimiento digno de reseñar por sus hechos o por sus circunstancias que le otorgaban cierta notoriedad.

El llamado Joaquín Almela Delgado nos habló un día del artista castellonense de múltiples facetas, Paco Alloza, que escribía y publicaba dibujos en el periódico Diario de Castellón, en cierto modo antecedente de nuestro actual Mediterráneo.

El señor Almela nos mostró una fotografía documento, con la presencia del Arcipreste don Joaquín Balaguer, con Jaime Nos y el propio Paco Alloza; de pie en el centro del campo de fútbol del Sequiol, en el día que se celebraba su modernización, adornando en la bendición al presidente del club, entonces don Juan Traver.

CULTURA. En mis primeros tiempos de librero, en torno a 1957-58, estuve recibiendo clases de «cultura» en el establecimiento en el que se organizaban exposiciones de pintura y de dibujo, bajo la dirección y gerencia del propio Alloza. Coincidió que allí estuve para recoger un encargo de Bernat Artola y la ocasión me hizo muy feliz. El local se llamaba Sala Estilo, en Trinidad, 10.

Paco Alloza era un personaje de una dimensión excepcional en Castellón, polifacético, todo un caballero. Naturalmente formó parte del grupo de personalidades que crearon las nuevas fiestas de la Magdalena en 1945 y su Junta Central de Festejos.

Me dijo el señor Almela que Paco Alloza era un hombre con mucho amor propio, alto concepto de la dignidad, de la amabilidad no exenta de ironía y siempre fiel y leal amigo de sus amigos. La impresión del que se situaba frente a él, sentado o de pie, era la de estar frente a un ser humano enjuto en lo físico, con la nariz aguileña y con una mirada penetrante y escrutadora, con un cierto tono de dulzura que invitaba a confiarle la amistad.

En el periódico popularizó su seudónimo de ‘Ego’ y tenía a su cargo las secciones de arte y de deportes, casi todos los días.

Siempre propiciaba la exaltación y saboreo de las victorias del Club Deportivo Castellón y conseguía hacer bastante menos amargas las derrotas albinegras.

LA TERTULIA. La tertulia que se creó en los salones de la Cámara Agrícola en la calle de Enmedio y en los años cuarenta, fue productiva y muy popular. Allí estaban casi todos los días, con Paco Alloza, gente como Bernat Artola, Casimiro Meliá, algún Godes, Sánchez Adell y un grupo de jóvenes pintores como Gimeno Barón, Ranero, Soler Blasco y el propio Joaquín Almela. A algunos miembros de este grupo también era fácil encontrarlos muy a menudo en la propia Sala Estilo, en la calle Trinidad. Muchos de ellos formaban parte también de los grupos que eran capaces de crear actos o festejos que exaltaban el costumbrismo o la historia de Castellón. Su amor a la cultura. Allí se conocieron por primera vez la obra Lledons, de Artola, además de una gozosa serie de caricaturas dibujadas por Paco Alloza.

CARICATURISTA. Y es que algo que sobresalía en Alloza era su magia como dibujante caricaturista, ágil y agudo en la señalización de los rasgos y el alma del caricaturizado. Y muchos fueron los tipos populares castellonenses que merecieron su atención artística, tanto en el periódico como en otras publicaciones, y el exaltar lo propio y necesario.

Llamó la atención como el que más el ver como empujaba para destacar todo lo que tuviera sabor de ‘madalenero’. Era normal que muchas de las comisiones de gayatas recurrieran a Paco Alloza en solicitud de unos versos o de un dibujo para las páginas del correspondiente llibret.

En el centro de la página aparece un dibujo representando a un personaje popular de Artola, llamado Sinyó Quico. Y una selección de los versos que, en valenciano, a ese personaje dedicó, bajo el título de En serio y en broma.