Fuego, agua, aire y tierra. Los cuatro grandes elementos de la naturaleza en una simbiosis perfecta para celebrar el solsticio de verano. Eso y más es la festa de Sant Joan, que un año más asentó sus reales en la provincia en un despliegue de rituales y tradiciones en la noche más corta del año.

Las comarcas castellonenses sucumbieron al hechizo del milenarismo palpable de cientos de hogueras que se encendieron para ahuyentar los malos espíritus y dar la bienvenida a la estación estival. En Castellón capital, el epicentro de los festejos fue, un año más, la playa del Gurugú, que concitó a miles de personas en una sucesión de actos que se iniciaron a ritmo de batucada. No faltó el tradicional concurso de coques de Sant Joan, el sopar de pa i porta en la arena, el encendido de las hogueras y los coloristas espectáculos piroténicos.

También en el Grao, y en el parque de la Panderola, els diables se apoderaron de la calle para jolgorio de pequeños y grandes que disfrutaron con las figuras fantásticas e imposibles para una noche de sueños y deseos.

Una fiesta jalonada de vivencias, de ruidos ensordecedores, de mágicos ritos y de libertad casi transgresora a lo largo y ancho de toda la provincia.

Es el caso de Almassora, donde los correfocs invadieron la playa tras el encendido de la hoguera que reunió a numerosos vecinos.También en Moncofa, con pasacalle con batucada y las llamas purificadoras de la pira sanjuanista, unido a los efectos benefactores del agua del mar. Asimismo, Burriana revivió las tradiciones.

En la Vall d’Uixó, el Ayuntamiento recuperó la tradición después de bastantes años sin celebrarse con la quema de 22 hogueras autorizadas y una cena con verbena popular en la plaza 9 d’Octubre. La falla Ja estem tots se atrevió a plantar una gigantesca foguera, al estilo alicantino, que, como manda la tradición, fue pasto de las llamas.

SE ‘CUELA’ EL PAPA LUNA // En Peñíscola los actos sanjuanistas se enmarcaron dentro de la programación especial dedicada al Papa Luna. Así, un desfile histórico recorrió el paseo marítimo de la población, bajo la mirada expectante de miles de turistas.

Alcossebre vivió la noche más corta del año con batucada, espectáculo de animación, encendido de la hoguera y fuegos artificiales. En Benicarló, aparte de talleres infantiles, se realizó el izado oficial de la bandera azul para la playa del Morrongo a cargo de la reina de las fiestas.

La playa de Nules, por su parte, congregó a centenares de jóvenes para pasar la Nit de Sant Joan en medio de un ambiente extraordinario. Ni los más viejos del lugar recordaban tanta gente. Informan Mónica Mira, Bartomeu Roig, M. A. Sánchez, Javier Martí y María José Sánchez.