El Premio Cervantes 2006, Antonio Gamoneda, y el presidente de Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero, inauguraron ayer tarde la lectura continuada del Quijote, con un acto que se vio interrumpido por una protesta contra el canon bibliotecario llevada a cabo por un grupo de jóvenes.

Gamoneda, que recibió por la mañana el máximo premio de las letras hispanas de manos del Rey, bromeó: "Ya no me produce extrañeza que, en una España democrática, el presidente de Gobierno, que es quien manda, no sea el primero de la fila, sino que en esta ocasión lo sea un poeta de provincias", comentó.

El desarrollo del acto se vio interrumpido cuando un una decena de jóvenes universitarios, que se hallaban sentados entre el público de la sala, hicieron una breve declaración tras la lectura de Zapatero, en la que denunciaron que "pretender cobrar cada vez que alguien presta un libro es un acto de piratería".

Gamoneda experimentó ayer, a punto de cumplir 76 años, una de las jornadas más emotivas de su vida al recibir el Premio Cervantes de manos del Rey, quien destacó "la hondura de su obra" y el "profundo arraigo y sentimiento ético de su poesía".